Resumen
2 personas que se odian + un bebé llorón = Un problemón muy llorón.
Esa es la situación de Sasuke y Sakura, dos jóvenes enfrentados por sus diferencias.
Sakura Haruno, una chica de 25 años que vive en la ciudad de Osaka en Japón, es transferida a la gran ciudad de Tokio para trabajar como médico profesional en el mejor hospital de la ciudad. Sólo tiene un problema: ni su familia ni ella tienen el suficiente dinero como para comprarse ni siquiera un pequeño apartamento. Por eso decide compartir piso…
Sasuke Uchiha, un chico de 26 años que vive en la ciudad de Tokio, es propietario empresario de las grandes E.M.U (Empresas Mobiliarias Uchiha) junto con su hermano mayor Itachi Uchiha quien se encarga también de la empresa desde EE.UU. Se verá obligado a compartir su tranquilo y preciado apartamento con una verdadera “molestia”, según él…
Toda esta situación se complica cuando alguien deja al pequeño Shouta de casi 2 años de edad delante de la puerta de su apartamento.
Esta historia será una comedia romántica, donde los tríos amorosos e incluso los “cuartetos amorosos” pondrán a prueba la complicada relación que hay entre estos dos personajes, acompañados por situaciones divertidas y alocadas.
Parejas que aparecerán en esta historia:
-SasuSaku (Pareja principal)
-NaruHina
-ItaKo (Itachi y Kohana “personaje inventado por mí”)
-PainKon (Pain y Konan)
-SuiKa (Suigetsu y Karin)
-SasuKa (Sasuke y Karin, lo siento T.T a mí también me ha costado admitirlo)
-SasoSaku (Sasori y Sakura)
-JuuSaku (Juugo y Sakura)
jueves, 27 de junio de 2013
"¡Un problemón muy llorón!" <> CAPÍTULO 14
-Hmp –gruñó divertido a la vez que le daba un pequeño mordisco.
Sakura no podía creer que estuvieran a punto de hacer el amor en la misma habitación donde se encontraban sus padres. Estaban todavía en el salón. Justo cuando la cosa se había puesto caliente entre ellos dos, los padres de la pelirrosa entraron en la sala para dejar sus regalos. Antes de que los vieran, Sasuke la empujó contra el suelo y se situó encima de ella. Afortunadamente, el fuego de la chimenea no duró mucho más y se apagó.
-Bueno, esto ya está –dijo en voz baja el padre de Sakura.
-Venga, vámonos antes de que venga alguien más –terminó por decir su madre.
Se oyó el sonido de la puerta al cerrarse y todo se quedó en silencio…
-¡Ah! ¡Sasuke, ¿qué haces?! –preguntó Sakura sin poder controlar su tono de voz. Sasuke la había cogido entre sus brazos contra su pecho, alzándola en el aire.
-Shh, ¿quieres que nos pillen, molestia? –preguntó a su vez el pelinegro con una sonrisa de lado. Sakura se tapó rápidamente la boca con ambas manos, recordando el grito que había pegado.
Sasuke bufó divertido y comenzó a andar hacia la puerta. Sakura le miraba desde su hombro, todavía sin creerse lo que estaba sucediendo. ¿Aquel hombre la quería? ¿En serio le había elegido a ella? Destapó lentamente su boca, dejando libres sus dos manos que comenzaron a acariciar el pelo y el rostro de Sasuke. Quería tocarle, sentirle… amarle.
El pelinegro entrecerró los ojos al sentir las sensuales pero dulces caricias de la chica. No podía entender cómo su tacto podía ser tan estimulante y tan vital para él. Sus ganas de que Sakura fuera suya incrementaron casi al instante.
Aceleró el paso al subir por las escaleras y cuando llegó al final, sintió los labios de Sakura en su cuello. La miró y ella rió juguetona. El pelinegro inspiró profundamente y la dejó en el suelo. Inmediatamente, atrapó sus labios con un hambre voraz. La empujó hasta dar contra la pared, donde al quedar acorralada por los brazos de Sasuke, rodeó la cintura de éste con sus piernas y lo abrazó por el cuello, profundizando aun más el beso. Sakura gimió al sentir la excitación de Sasuke.
Sasuke se dio la vuelta y se recargó sobre la pared. Metió la mano por dentro de la camiseta de Sakura y comenzó a desabrocharle el sujetador. Dejó de besarla para después ir dejando tortuosos besos por el cuello y escote de Sakura.
-S-Sasuke… La habitación… -dijo Sakura reprimiendo sus gemidos y suspiros.
Sasuke levantó un momento la mirada y se fijó en que estaban justo al lado de la habitación de la pelirrosa. Sakura se separó de Sasuke y cogiéndole de la mano lo dirigió rápidamente dentro de su habitación. Sasuke cerró cuidadosamente la puerta tras de sí con una sonrisa sensual dibujada en los labios.
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Ambos cayeron en la cama envueltos por gemidos y suspiros. Se besaban y acariciaban con pasión, como si no hubiera un mañana. Sakura hizo ademán de quitarle la camiseta a Sasuke, y él viendo sus intenciones se apoyó sobre sus rodillas y le ayudó, para después atrapar de nuevo su boca. Luego llegó el turno del jersey de la pelirrosa, que acabó en algún ricón de la habitación. Sakura, que no podía apartar la mirada del dios que tenía encima, no se dio cuenta de que su sujetador, ya desabrochado, estaba siendo quitado delicadamente por ese mismo dios. Pero cuando ya se dio cuenta, antes de que ni siquiera le entrase vergüenza por estar tan “expuesta” a Sasuke, ya estaba sintiendo la lengua del pelinegro pasearse por sus senos, jugueteando tortuosamente con sus pezones, erectos por la excitación. Ella lo único que podía hacer era enredar sus dedos en el sedoso pelo de Sasuke, haciendo que éste gruñera por la excitación.
De repente, Sakura dejó de sentir la boca de Sasuke en su pecho. La sintió desplazarse hacia abajo, besándole la cintura, las caderas… Hasta que llegó al comienzo del patalón corto de la chica. En este punto, Sasuke levantó la mirada. Miraba a la pelirrosa con ojos sexies y traviesos, acompañados por una sonrisa juguetona que quitaba la respiración. Y eso fue lo que le ocurrió a Sakura mientras imaginaba lo que iba a hacer Sasuke. El chico observó el hermoso rostro sonrojado y esos ojos esmeraldas nublados por la excitación. También como apartaba su mirada, rindiéndose al placer que le iba a proporcionar en ese instante. Le quitó el pantalón y la ropa interior, dejando ver con claridad lo húmeda que estaba Sakura.
-Hmp –sonrió triunfante mientras comenzaba a juguetear con sus dedos en la parte íntima de Sakura.
-¡Ah! –gimió Sakura al sentir uno de los dedos de Sasuke dentro de ella.
Miró con los ojos entrecerrados a Sasuke, quien besaba y lamía dulcemente las piernas de Sakura mientras movía su dedo dentro de ella. Esta visión más las señales nerviosas cargadas de placer procedentes de sus piernas y su intimidad, la pertubaron mucho más y no pudo evitar gemir más alto. Sasuke sonrió al ver que su objetivo se estaba cumpliendo y decidió darle un “poco” más de tortuoso placer. Metió otro dedo dentro de ella además de comenzar a depositar pequeños besos en las ingles y en clítoris. Sakura se estaba volviendo loca de placer. En cualquier momento iba a llegar al clímax y no iba a poder evitar gritar. Por eso, se mordió el labio inferior intentando contenerse. Pero Sasuke se acercó a ella y la besó, dejando que saliera de su boca un profundo gemido.
-No hagas eso… quiero oir tus gemidos… -dijo con voz profunda mientras le miraba a los ojos. Sakura quedó hipnotizada por esos ojos negros, pero sus gemidos iban en aumento a medida que Sasuke incrementaba la rapidez de sus manos- Eso es… -dijo en tono bajo en la oreja de Sakura. El aguante de la chica estaba llegando a su final, se agarraba a los hombros de Sasuke con desesperación. Sasuke sintió a Sakura encogerse entre sus brazos y supo que Sakura había llegado al final. Dejó un beso en su suave cuello y se alejó de ella para observarla: temblaba levemente y respiraba agitadamente; aun así sus ojos le devolvían la mirada todavía llenos de deseo y pasión. Sacó sus dedos del cálido interior de la chica y se los metió en la boca, saboreando la esencia de la pelirrosa.
-“Por Kami-sama… ¿Estoy en el cielo?” –pensó Sakura al ver a Sasuke hacer eso. Era una imagen tan… excitante… y sexy. Dejó salir un suspiro lujurioso de su boca.
Sasuke se posicionó encima suyo, quedando de tal manera que no recayese todo su peso en ella. Apoyó su frente en la de Sakura.
-¿Quieres más? –preguntó juguetonamente.
-Sí… -respondió aun un poco ida pero con decisión.
-Perfecto, porque queda lo mejor –dijo atrapando la boca de Sakura, haciendo que se reavivara la pasión.
Sakura notó algo duro en la entrepierna, y gimió. Decidió que ahora tenía que ser ella quien le diera placer a Sasuke pero…
Sakura empujó a Sasuke haciendo que se tumbara y ella ahora estuviera encima de él. Sasuke la miró entre sorprendido y curioso. Iba a preguntar pero Sakura le puso un dedo sobre los labios.
-Escucha, Sasuke… Yo… Esta es mi primera vez –declaró finalmente sintiendo un poco de vergüenza.
-¿Eh? –exclamó Sasuke. Todas aquellas veces en las que pensó que Sakura no era virgen vinieron a golpetazos en su mente. Se sintió culpable consigo mismo al haber imaginado cosas sin saber nada. Pero también se sentía feliz, muy feliz.
-Sí, bueno… Ya lo sé, no tengo ninguna experiencia… ¡Pero quiero hacerte feliz, Sasuke! –dijo en voz alta y cabizbaja. No ocurrió nada hasta que sintió los cálidos brazos de Sasuke rodeándola.
-Baka, yo ya soy feliz con estar aquí contigo, por estar a tu lado. No importa que sea tu primera vez, ni que no tengas experiencia, porque eso me hace aun más feliz, porque yo voy a ser el primero: el primero en amarte –dijo con sinceridad.
Sakura contuvo la respiración. La contuvo para no perderse ninguna palabra de Sasuke, para oírlas con claridad sin que su molesta respiración las interrumpieran.
-Oh, Kami-sama, te quiero tanto… -fue lo único que pudo decir. Sasuke sonrió dulcemente.
-¿A quién? ¿A Kami-sama o a mí? –preguntó divertido. Sakura rió y volvió a empujarlo hacia abajo. Se acercó a su cara para darle un beso.
-¿Tú qué crees? –respondió mordiéndole juguetonamente el lóbulo de la oreja. Sasuke suspiró- Ahora que he conseguido hacerte feliz… déjame darte placer –le dijo sensualmente al oído.
Sasuke se sonrojó ante la audacia y el cambio tan radical que había tenido Sakura en unos segundos- ¿No decías que no tenías experiencia? –preguntó entre curioso e impaciente.
-Improvisaré –dijo alegremente mientras le guiñaba un ojo.
Sasuke no se podía creer que tuviera a la mujer que amaba (tan sexy, tan hermosa y perfecta, tan… pura) jugueteando en su entrepierna. Kami-sama sabía cuántas veces había soñado con ese momento. Y ahora, por fin, estaba ocurriendo.
Sakura movía sus caderas sobre el miembro de Sasuke, que se apretaba más y más contra el pantalón que todavía llevaba puesto. Sonrió al escuchar los tímidos gemidos que salían de la boca de Sasuke. El pelinegro puso sus grandes manos en la cintura de la pelirrosa y ayudó al movimiento tan tortuoso que le estaba llevando a la locura. Llegó un momento en que Sakura se levantó y ante la atenta, pero nublada, mirada de Sasuke fue quitándole, con las manos un tanto temblorosas el pantalón. Con una mirada osada, le dio a entender al pelinegro lo que tenía intención de hacer, haciendo que se encendiera una alarma en la cabeza de Sasuke.
-¡Sakura, espera! ¡No…! –intentó impedir. Pero la mano de Sakura se introdujo en los bóxers de Sasuke y comenzó a masajear su miembro erecto- ¡Hmp! –gimió golpeando abruptamente su cabeza sobre la almohada. La sensación de placer que sintió le recorrió todo el cuerpo haciendo que aquellos tímido gemidos se convirtieran en gemidos graves y sonoros. La gota que colmó el vaso fue el momento en que Sakura le quitó los bóxers y comenzó a depositar pequeños besos en la punta del miembro. Sasuke no pudo más y cogió a Sakura por la cintura, volviéndola a tumbar debajo de él.
-El tiempo de jugar ha terminado, molestia –dijo con una intensa mirada- Ahora toca “trabajar” –dijo sonriendo de lado. Besó apasionadamente a Sakura y ella alzó las caderas, rozando así su miembro- Sí… a trabajar muy duro –dijo otra vez al sentir aquel contacto. Sakura soltó una carcajada traviesa.
Aunque él ya estaba preparado quería que Sakura se relajara y se sintiera a gusto para comenzar. Él masajeaba sus pechos mientras dejaba un rastro de saliva por su cuello, y poco a poco notaba que Sakura iba perdiendo el norte e iba dejándose llevar. Notaba las manos de la pelirrosa deslizándose por su pecho con desesperación, dejando caricias placenteras por donde pasaban.
-Sasuke… Hazlo… Hazlo, ya –pidió casi entono suplicante.
-¿Estás segura? –preguntó inseguro. No quería hacerle daño.
-Creo que no he estado tan segura en mi vida –confirmó con una leve sonrisa.
Sasuke le sonrió de vuelta. Se posicionó entre las piernas de Sakura y de una estocada entró en ella. Sakura clavó las uñas en la espalda de Sasuke haciendo que él gimiera de dolor y placer. Poco a poco, Sakura fue notando un intenso placer que remplazaba el dolor que había sentido en la primera embestida. Sasuke la besaba y acariciaba mientras que ella se aferraba a él entre gemidos y suspiros apasionados.
-Sasuke… más… sí… más rápido… sí… sí… Sasuke… –suplicaba Sakura totalmente ciega por el placer.
Sasuke, como si no le hubiera hecho falta que se lo dijera, aumentó la rapidez de las embestidas haciendo que aumentaran también el volumen de los gemidos. Ambos sintieron que pronto llegarían al orgasmo, y se abrazaron mucho más fuerte para sentirse más cerca. La habitación se llenó de voces llenas de pasión y placer que llamaban a sus nombres a medida que llegaban al clímax.
-¡Sasuke! -¡Sakura! –gritaron sus nombres al llegar juntos al orgasmo.
Sakura sintió la cálida esencia de Sasuke en su interior pero no le dio importancia. Ahora mismo no le daba importancia a nada, solamente al hecho de que había hecho el amor por primera vez con quien menos había esperado amar, y que ahora, sin duda alguna, amaba con todo su corazón. Sintió la agitada respiración de Sasuke en su cuello. Sonrió y le acarició el pelo. Aun seguía sobre ella, pero no le importó. Nada le importaba. Excepto aquel hombre que le sonreía mientras le abrazaba y le hacía sentir especial.
-¿Tienes sueño? –preguntó Sasuke con voz tranquila.
Sakura asintió con los ojos cerrados. Comenzaba a sentirse como si estuviera flotando sobre las nubes. Sasuke se levantó y ella abrió los ojos al instante, pensando que se marcharía. Estaba equivocada. Sasuke le miraba con ojos tiernos tumbado a su lado, con un brazo extendido para dejarle espacio a ella para que durmiera en su pecho. Rápidamente, Sakura se situó allí, cerca de los ya acompasados latidos del corazón del pelinegro, rodeada por su brazo. Sintió que Sasuke le besaba la coronilla y apoyaba su cabeza en la de ella.
-Oyasumi –dijo Sasuke con voz dormida.
-Oyasumi –contestó Sakura dándole un pequeño beso en su pecho.
Y cayeron profundamente en los brazos de Morfeo.
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