Resumen

2 personas que se odian + un bebé llorón = Un problemón muy llorón.

Esa es la situación de Sasuke y Sakura, dos jóvenes enfrentados por sus diferencias.

Sakura Haruno, una chica de 25 años que vive en la ciudad de Osaka en Japón, es transferida a la gran ciudad de Tokio para trabajar como médico profesional en el mejor hospital de la ciudad. Sólo tiene un problema: ni su familia ni ella tienen el suficiente dinero como para comprarse ni siquiera un pequeño apartamento. Por eso decide compartir piso…

Sasuke Uchiha, un chico de 26 años que vive en la ciudad de Tokio, es propietario empresario de las grandes E.M.U (Empresas Mobiliarias Uchiha) junto con su hermano mayor Itachi Uchiha quien se encarga también de la empresa desde EE.UU. Se verá obligado a compartir su tranquilo y preciado apartamento con una verdadera “molestia”, según él…

Toda esta situación se complica cuando alguien deja al pequeño Shouta de casi 2 años de edad delante de la puerta de su apartamento.

Esta historia será una comedia romántica, donde los tríos amorosos e incluso los “cuartetos amorosos” pondrán a prueba la complicada relación que hay entre estos dos personajes, acompañados por situaciones divertidas y alocadas.

Parejas que aparecerán en esta historia:

-SasuSaku (Pareja principal)

-NaruHina

-ItaKo (Itachi y Kohana “personaje inventado por mí”)

-PainKon (Pain y Konan)

-SuiKa (Suigetsu y Karin)

-SasuKa (Sasuke y Karin, lo siento T.T a mí también me ha costado admitirlo)

-SasoSaku (Sasori y Sakura)

-JuuSaku (Juugo y Sakura)

viernes, 29 de junio de 2012

¡Un problemón muy llorón! <> CAPÍTULO 4

¡Konichiwa minna! :3
¡Esta vez he tardado menos en publicar el capítulo, ¿eh?! ;)
Bueno, es que esta vez es un poco más corto (o eso creo xD)
En este capi hay un poco más de SasuSaku <3
¡Espero que os guste! :P
¡Os quiero chicos!
¡Sayonara! >.<
+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++


A la mañana siguiente ningún despertador sonó. Era domingo y todo el mundo tenía aquel día de descanso.
En el apartamento del famoso empresario Sasuke Uchiha no se escuchaba nada excepto las profundas y acompasadas respiraciones dormidas de tres personas.
Los rayos del sol entraban en la habitación, inundándola de una luz cálida.
Un pequeño bebé se removía inquieto, desperezándose y estirando su pequeño cuerpecito, entre otras dos personas que seguían durmiendo ajenas a la actividad que había a su lado.
El pequeño se llevó sus manitas regordetas a sus ojos avellana, refregándolas contras ellos en un intento de despejarse. Cuando consiguió abrirlos, bostezó y se quedó tumbado hasta que se despejó del todo. Entonces, estiró los pequeños brazos hacia adelante impulsándose para quedar sentado en el colchón. Se puso a gatas encima de la cama y le permitió ver las piernas de sus acompañantes. Las miró con cara curiosa hasta que escuchó un suspiro detrás de él. Se dio la vuelta gateando por el colchón y entonces pudo ver sus caras.
Los dos estaban echados sobre un costado, dormían de lado al sitio donde había dormido Shouta. El chico se movió un poco, acomodándose  al sentir que tenía un poco más de espacio; la chica volvió a suspirar igual que antes. Sus dos caras estaban tan cerca que parecían que se estaban mirando si no fuera porque estaban dormidos.
Shouta, contento al encontrar algo divertido con lo que entretenerse, se sentó sobre sus piernas, quedando las manos libres para aplaudir mientras reía alegremente. Luego, volvió a gatear sonriente, hasta que quedó entremedio de las dos caras. Se las quedó mirando, alternando su mirada de una a otra. Parecía como si estuviera decidiendo con quién jugaría primero. Cuando su traviesa mirada se volvió a posar en Sakura, parecía que ya se había decidido.
Se giró hacia ella y se dejó caer sobre su culito y luego se impulsó hacia delate arrastrando los talones. Tenía la cara dormida de Sakura justo en frente de la suya. La miró con la cabeza ligeramente inclinada y después sonrió. Puso una de sus manitas en la mejilla de Sakura y cerró y abrió la mano, sintiendo la suave piel que tocaba. Siguió investigando la cara de Sakura, tocando sus labios, sus ojos, el pelo, las orejas… Hasta que llegó a la nariz. Ya se había cansado de seguir mirando y se notaba que se estaba aburriendo. Entonces, comenzó a meterle los deditos por los orficios de la nariz hasta que un quejido y un movimiento brusco de Sakura le obligaron a parar de hacerlo. Shouta frunció en entrecejo y sus mejillas se volvieron rojas de la frustración que sentía. Entonces, se cogió una rabieta y empezó a pegarle tortazos en la cara y a tirarle del pelo.
Sakura se despertó de inmediato y tuvo que cogerlo para que se tranquilizase y dejase de pegarle.
-¡Hey, hey! Peque, ya, ya… Shhhh –dijo abrazándole. Luego, lo separó un poco de ella y lo sentó entre sus piernas. Le miró tiernamente- Siento no haberte hecho caso, lo siento, ¿vale? –dijo mientras le acariciaba con un dedo la nariz chata. Shouta le sonrió como sólo un bebé sabía hacer.
Sakura se mordió el labio inferior para no perder el control y achucharlo como un peluche. Pero no se pudo contener y lo volvió a abrazar. Se le estuvieron a punto de salir las lágrimas cuando sintió los brazos regordetes de Shouta rodearle el cuello. Era algo tan maravilloso…
Entonces, cuando volvió a abrir los ojos se encontró con algo que no se esperaba: Sasuke. Se quedó tan sorprendida que tuvo que dejar otra vez a Shouta entre sus piernas.
Ahí estaba, durmiendo como si nada en su cama. Estaba tan perfecto como siempre, incluso mucho mejor: parecía relajado y cómodo y eso hacía que se le viera mucho más amable.
No es que le molestara que hubiera dormido con ella… bueno, con Shouta y con ella. Pero aun así le ponía nerviosa haber pasado la noche junto a él sin que lo hubiera sabido. Suspiró nerviosa por la situación y miró hacia abajo, donde se encontraba Shouta jugando con los dedos de los pies de Sakura. Sonrió distraídamente y le dio un beso en su pelo anaranjado. Después le susurró en la oreja:
-Por ti, estamos haciendo cosas que nunca habíamos hecho antes… y que nunca habríamos hecho –rio quedamente ante lo que había dicho.
Entonces, Shouta se volvió a remover y Sakura lo dejó libre para que gateara por la cama. Vio que iba directamente a por Sasuke, pero se paró cuando llegó hasta un brazo que había estirado unos momentos antes y comenzó a tocarlo. Se fijó en que su piel no era tan suave como la de Sakura pero que era muy lisa y fina. Al parecer le gustó y empezó a arañarle el brazo con sus pequeñas pero afiladas uñas. Sakura lo cogió rápidamente, esperando que aquel acto de “cariño involuntario” no despertara a Sasuke.
Desgraciadamente, Sasuke hizo un gesto de molestia y comenzó a abrir los ojos mientras murmuraba algo que no se llegaba a comprender. Cuando finalmente abrió los ojos, dio una respiración profunda y giró la mirada hacia Sakura y Shouta.
Los miró con ojos adormilados y después sonrió levemente. Parecía que estaba posando para una sesión fotográfica.
-“¡Por Kami-sama! ¡¿Por qué tengo que vivir con un hombre tan sexy?!” –se preguntaba sonrojada Sakura- O-Ohio gozaimasu, Sasuke –dijo un tanto nerviosa. Como saludo, Shouta se rio alegremente.
-Ohio –contestó con voz ronca. Después se incorporó y bostezó. Luego la miró un poco ruborizado- Siento haberme quedado dormido aquí… Es que, bueno, estaba cansado y… -a la vez que decía todo aquello se estaba acordando de todo lo ocurrido la otra noche y no hacía otra cosa que avergonzarse.
-Sasuke, tranquilo, no pasa nada –dijo sonriente Sakura- Ayer fue un día muy largo para todos –dijo recordando.
-Por cierto –comenzó un poco más serio. Se acercó un poco más a Sakura, y dejando que Shouta jugase con sus manos, continuó-: he decidido que nos vamos a quedar con Shouta –dijo relajado mientras jugaba con el pequeño- Pero sólo hasta que abran los orfanatos –añadió en tono de advertencia.
-¡¿En serio?! –levantó la mirada sorprendida, haciendo caso omiso de la advertencia. Sasuke la miró y con una sonrisa vehemente y divertida, asintió con la cabeza. Sakura comenzó a reírse de la alegría que sentía y se inclinó hacia delante para rodear con los brazos a Sasuke, dándole un abrazo efusivo- ¡Sasuke! ¡No sabes lo contenta que estoy! ¡En serio, gracias! –decía riéndose mientras lo abrazaba.
Sasuke estaba asombrado por el contacto de Sakura. Como la noche pasada, la respiración se le hizo pesada y su corazón iba a mil por hora. Otro de los nuevos impulsos que había empezado a tener, le obligó a devolverle el abrazo y disfrutar del momento. Sonrió mientras escuchaba la melodiosa risa de Sakura y respiraba de nuevo su perfume.
-Pues menos mal que ambos estábamos de acuerdo en que le íbamos a poner en adopción, porque si no llegas a estarlo no me hubieras dejado decir ni una sola palabra al respecto –dijo Sasuke en tono burlón.
Sakura soltó una carcajada mientras, para desgracia de Sasuke, se alejaba de él. Vieron cómo Shouta los miraba curiosos, ya que mientras estaban abrazados, él se encontraba debajo de ellos, rodeado por las piernas de Sakura. El pequeño vio que los dos mayores estaban sonriendo y se puso a reír mientras Sasuke y Sakura lo seguían.
-Es que no estaba segura desde el principio –aclaró con voz suave cuando terminó de reírse. Sasuke le miró inclinando un poco la cabeza, dándole a entender que se explicara- Al principio pensé que no iba a ser capaz de cuidarle –dijo mientras le acariciaba el pelo a Shouta, quien estaba gateando torpemente entre las piernas de Sakura para llegar a Sasuke- pero a medida que pasaba el día, sentía que nadie le iba a cuidar mejor que yo porque… No sé cómo explicártelo, pero lo sentía así y ya está –dijo mirando tiernamente a Shouta que al final tuvo que cogerlo Sasuke para que pudiera estar entre sus piernas.
-Yo creo que lo harás bien –dijo animándola. Ya lo había comprobado antes- Vas a ser una buena madre –dijo sonrojado cuando se dio cuenta del halago hacia Sakura. Ella le respondió con otro sonrojo- Y bueno, yo… Con práctica y mucha, mucha paciencia, espero convertirme en un buen padre –dijo sonriéndose a sí mismo.
Sakura, todavía sonrojada, le miró sonriente. Parecía como si su corazón fuera a explotar y no pudo evitar acariciarle una mano a Sasuke.
-Seguro que lo serás; me tendrás a tu lado siempre… -Vale, aquello último no lo había pensado y le había salido solito. Se puso aún más roja al darse cuenta de lo que había dicho y retiró lentamente la mano, mirándole todavía a aquellos ojos color carbón.
Sasuke se quedó callado ante aquella afirmación. Como Sakura, su cara se tornó aún más roja. Miraba a aquellos ojos esmeralda fijamente esperando a que se le viniera algo que decir a la cabeza. “Me tendrás a tu lado siempre”, aquellas palabras era en lo único que podía pensar y anulaban cualquier pensamiento que pudiera tener.
-“¡Mierda!” –pensó molesto consigo mismo por haber dejado caer su orgullo frente a la mujer que le había ocasionado tantos dolores de cabeza. Aunque también se refería al olor que estaba empezando a llenar la habitación.
Sakura arrugó la nariz con gesto de asco para después tapársela con una mano. Miró a Shouta, quien estaba muy callado y estaba inmóvil. Tenía las mejillas rojas y sus manos estaban convertidas en pequeños puños. Parecía como si estuviera haciendo fuerza.
Entonces, Sakura comenzó a reírse por la escena que tenía ante sí: Sasuke con cara de asco mientras tenía a Shouta entre las piernas haciendo fuerza para hacer caca. Sasuke miró hacia abajo para mirar a Shouta y cuando vio que estaba haciendo fuerza, puso los ojos en blanco.
-Oh, vamos Shouta, eres un pequeño guarro –dijo con voz quejica mientras lo cogía y se lo pasaba a Sakura. No tenía nada en contra de que se hiciera “mierda” en los pañales, pero que se lo hiciera encima de él, era un pelín asqueroso.
Sakura seguía riéndose cuando le sonrió tiernamente, y comenzó a decirle a Shouta:
-Ohhh, mi pequeño bebé se ha hecho popo, ¿verdad? –dijo con voz melosa mientras Shouta le miraba con ojos comprensivos- Ahora mismo papá Sasuke te va a cambiar y verás que limpito vas a quedar, ¿verdad, papá? –preguntó todavía con voz melosa mientras sonreía inocentemente.
Sasuke había desconectado ya desde que escuchó “papá Sasuke”. ¿Papá? No pensaba que Sakura se lo había tomado tan en serio. Está bien que él fuera a ser su padre durante un tiempo pero no se iba a acostumbrar pronto a eso de que le llamaran “papá”.
Sasuke la miró con gesto extraño hasta que al final comprendió lo que había dicho Sakura. Abrió mucho los ojos y volvió a mirarla; ella seguía con la misma sonrisa inocente, pero se dio cuenta de que sus ojos verdes le miraban divertida.
-¿En serio, Sakura? –preguntó exasperado- ¿En serio voy a tener que cambiarle los pañales? –preguntó de nuevo a lo que Sakura asintió efusivamente con la cabeza- ¿Por qué no lo haces tú? Yo puedo darle de comer si quieres… -empezó excusándose.
-¡Vamos! ¿No quieres ser un buen padre? ¡Pues ahora tienes una buena oportunidad para practicar! ¿O es demasiado para tu orgullo, eh, Uchiha? –retó con una sonrisa perversa. Sabía que Sasuke le tenía vicio a los retos y seguro que no se iba a negar.
-Ahhh, ¿con que con esas estamos? ¿No? –preguntó a su vez Sasuke mientras sonreía altanero- ¡Pues muy bien! –dijo decidido. Cogió en brazos a Shouta y se levantó de la cama.
¡Lo sabía! Después de dos años conviviendo juntos, Sakura le había cogido gusto a eso de retar a Sasuke… y ella siempre ganaba. Por eso le gustaba tanto ;)
-Vale, vale –contestó indiferente Sakura mientras le miraba de reojo.
-Esta vez voy a ganar, Haruno… Ya lo verás –dijo con autosuficiencia mientras que se daba la vuelta y se encaminaba hacia la puerta con Shouta en los brazos- Verás, peque, vamos a demostrarle a “mamá Sakura” que te puedo cambiar de pañal sin ningún problema, ¿verdad, que sí, peque? –escuchaba Sakura que le decía Sasuke a Shouta por el pasillo.
Sonrió alegre y se dejó caer en la cama. Suspiró hondo y dejó que su mente divagara unos instantes: se imaginó una vida en pareja junto a Sasuke, cuidando a su propio bebé, queriéndolo todo el tiempo, pasando tiempo junto a él, teniendo una vida feliz y perfecta juntos… ¡Sakura! ¡Pero en qué demonios estás pensando! ¡¿Tú con Uchiha?! ¡Ni en mil años! Aunque si la situación fuera como hoy, no le importaría… ¡No! ¡Pues claro que le importaría! ¡Sasuke no es para ti! ¡Es un hombre frío, arrogante, egocéntrico, orgulloso, ambicioso…! Pero también es tan perfecto, tan guapo, tan sexy, y a veces, amable y caballeroso, y tierno, y… Sakura, estás perdida. ¡Ahg! ¡Deja de pensar en el idiota de Uchiha y concéntrate!
Sakura, mientras se producía su lucha interna, había llevado sus manos a la cara y ahora, suspiraba pesadamente tratando de colocar sus pensamientos.
-Estoy loca –murmuró con voz cansada.
-Eso ya lo sabía –contestó Sasuke desde la puerta.
Sakura se levantó de repente y miró a Sasuke que la miraba con una sonrisa ladina en los labios y a Shouta en los brazos.
-¡Sasuke! ¡Me has asustado! –replicó nerviosa Sakura. Todos los pensamientos que le habían venido a la cabeza antes, volvieron al tener a Sasuke delante suya.
-Hmp –respondió mientras su sonrisa se agrandaba, haciendo que pareciera aun más sexy.
Sakura se quedó embobada hasta que su conciencia volvió a estar disponible. Carraspeó la garganta y con gesto curioso, le preguntó a Sasuke:
-Y… ¿qué querías? –preguntó sentándose al borde de la cama.
Sasuke cambió su semblante a uno serio, aunque Sakura observó que también tenía un poco de vergüenza.
-Eh… -dudó Sasuke. Sakura le hizo un gesto con la cabeza para que le contara. Sasuke suspiró, rindiéndose- Te quería preguntar que en dónde has puesto los pañales –dijo con el ceño fruncido, manteniendo a duras penas su pose orgullosa.
¡Ja! ¡Empezaba bien con el reto! ¡Y ni siquiera sabía dónde están los pañales! Sakura comenzó a reírse de nuevo. En aquellos dos años nunca se había reído tanto… Bueno, solamente cuando Naruto, Itachi y ella quedaron en ridículo a la zorra de Karin y, bueno... Pero eso ahora no viene a cuento. El caso, que no paraba de reírse, hasta que a Sasuke se le acabó la paciencia.
-¿Vas a decirme dónde están o te vas a seguir riendo? –preguntó entre dientes.
-Hai, hai –dijo Sakura conteniendo algunas carcajadas.
Se levantó y se puso en frente de Sasuke, quien le miró no muy convencido de lo que iba a hacer la pelirrosa.
-¿Qué? Me ha hecho gracia que me preguntes, ya que ibas tan convencido y eso… -dijo con tono pillo a la vez de divertido. Sasuke le gruñó y Sakura puso los ojos en blanco- Vale, vale… Ya voy –dijo con voz indiferente mientras hacia un gesto con la mano para que se tranquilizara.
Caminando por el pasillo, escuchó el suspiro de alivio y molestia de Sasuke. Era tan orgulloso que seguro que hubiera estado toda la mañana buscando los pañales para ganar el reto. Pero, a lo mejor, gracias a Shouta, ha podido entender que sin la ayuda de Sakura no podría hacerlo él solo.
Sakura rio para sí misma. Iba a estar muy entretenida ayudando a Sasuke a ser un buen “papá” y más si lo hacía mediante retos. Aquello iba a estar muy divertido… e interesante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario