Resumen
2 personas que se odian + un bebé llorón = Un problemón muy llorón.
Esa es la situación de Sasuke y Sakura, dos jóvenes enfrentados por sus diferencias.
Sakura Haruno, una chica de 25 años que vive en la ciudad de Osaka en Japón, es transferida a la gran ciudad de Tokio para trabajar como médico profesional en el mejor hospital de la ciudad. Sólo tiene un problema: ni su familia ni ella tienen el suficiente dinero como para comprarse ni siquiera un pequeño apartamento. Por eso decide compartir piso…
Sasuke Uchiha, un chico de 26 años que vive en la ciudad de Tokio, es propietario empresario de las grandes E.M.U (Empresas Mobiliarias Uchiha) junto con su hermano mayor Itachi Uchiha quien se encarga también de la empresa desde EE.UU. Se verá obligado a compartir su tranquilo y preciado apartamento con una verdadera “molestia”, según él…
Toda esta situación se complica cuando alguien deja al pequeño Shouta de casi 2 años de edad delante de la puerta de su apartamento.
Esta historia será una comedia romántica, donde los tríos amorosos e incluso los “cuartetos amorosos” pondrán a prueba la complicada relación que hay entre estos dos personajes, acompañados por situaciones divertidas y alocadas.
Parejas que aparecerán en esta historia:
-SasuSaku (Pareja principal)
-NaruHina
-ItaKo (Itachi y Kohana “personaje inventado por mí”)
-PainKon (Pain y Konan)
-SuiKa (Suigetsu y Karin)
-SasuKa (Sasuke y Karin, lo siento T.T a mí también me ha costado admitirlo)
-SasoSaku (Sasori y Sakura)
-JuuSaku (Juugo y Sakura)
lunes, 16 de septiembre de 2013
"¡Un problemón muy llorón!" <> CAPÍTULO 16
-Este pequeño hace milagros -dijo Naruto revolviéndole el pelo del pequeño, arrancándole una sonrisa inocente- ¿Y? ¿Cuándo se lo vamos a decir? -preguntó haciendo que Pain y Konan se miraran entre sí, sin comprender- Decirles la verdad a Sasuke y Sakura -aclaró el rubio con una sonrisa.
-Ah... De eso te queríamos hablar -dijo Pain mirando a Konan, que asintió para que siguiera- Vamos a tener que alargar la mentira unos... dos o tres meses más, por lo menos -dijo haciéndo que Naruto se sorprendiera- Mira, es que tengo que ir a Alemania por asuntos de trabajo y no creo que vuelva tan pronto como me gustaría -explicó con cierto tono de culpabilidad como si le estuviera dejando una carga muy grande a un amigo.
-Y a mí me han asignado un puesto en "Profesores sin fronteras" para dar clases durante tres meses en países donde la educación no está desarrollada... Por eso necesitamos que se queden un poco más con Shouta -terminó de explicar Konan acariciando la mejilla de su hijo.
-Entiendo -dijo Naruto mirando hacia donde estaban sentados sus mejores amigos.
Naruto, Pain, Konan y Shouta estaban en una habitación de la planta alta de la casa donde habían colocado el parque de juegos de Shouta. Pain y Konan querían jugar con su hijo para aprovechar tiempo en familia mientras Naruto los acompañaba y hablaban de lo que había ocurrido hacía pocos días. Hinata y los padres estaban tomando el té en una hermosa salita con cristaleras que dejaban ver el paisaje nevado de fuera; y Sasuke y Sakura se encontraban en una pequeña sala de estar colindante a la sala de té, sentados en un sofá mirando hacia el exterior, viendo nevar. Ambos estaban abrazados y se tapaban con una cálida y suave manta color granate. A sus pies, Orus descansaba tumbado tranquilamente. Sakura tenía entre sus manos una taza de chocolate caliente y sonreía. Sasuke hablaba de algo haciendo que ambos rieran mientras jugueteaba con el pelo rosa de Sakura. Hacían una pareja preciosa. Naruto sonrió al ver cómo Sakura le dio un pequeño beso a Sasuke. Después volvió a mirar a la pareja que tenía delante.
-Podríamos decirselo de todas maneras -dijo Naruto de repente haciendo que se sobresaltaran.
-No sé, no estoy seguro... -respondió Pain- Podrían enfadarse y debido a eso no verían de la misma manera a Shouta y... ¡Bueno, no sé! Pero será mejor dejarlo así hasta que volvamos -dijo frunciendo el entrecejo.
-Está bien... Yo solo lo decía para que no le cogieran más cariño, pero creo que ya es tarde -dijo burlón mirando a Shouta.
-Se les va a hacer duro saber la verdad -dijo Konan pensando en el día en que se lo dijeran. Aunque había odiado la idea de separarse de su hijo, tenía que reconocer que Sasuke y Sakura habían sido muy buenos padres, queriendo y mimando a su pequeño.
-Sí... -afirmó Naruto cabizbajo.
-¿Tridte? -preguntó con gesto preocupado Shouta mirando las caras largas de los tres adultos.
Los tres lo miraron y comenzaron a reir. Shouta estaba preocupado por saber si estaban tristes, era muy tierno. Konan le besó la coronilla para tranquilizarlo. El pequeño volvió a sonreir de oreja a oreja.
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Los malentendidos se fueron aclarando a lo largo de las Navidades, cuando Sakura explicó que entre ella y Sasuke había algo "especial" y que se habían decidido a anunciarlo aquella "fatídica" mañana. Costó bastante convencer a Mikoto y a Taro que no estaba embarazada y explicar a todos lo que en realidad había pasado, pero al final todo acabó bien: Taro aceptó a Sasuke (de todos modos en aquello consistía el plan: no habría más discusiones, ¡bien!), Mikoto se resignó a la idea de que no iba a tener un nieto (por ahora... No se había dado por vencida) y sus amigos y los demás padres se alegraron de que estuvieran juntos (¡por fin!).
Itachi se enteró rápidamente y no tardó en darle la enhorabuena a su hermano pequeño diciéndole que ya era hora que sentara cabeza y calmara sus hormonas. Sasuke bufó ante aquellas palabras pero le dio las gracias con una sonrisa. Kohana arrancó el móvil a su marido nada más saber la noticia, exigiendo hablar con Sakura. Su rubia cuñada quería darle algunos consejos para poder sobrellevar una relación romántica con un Uchiha ya que ella ya era una profesional en ello. Naruto anunció a todos los que sabían el secreto que lo siguieran guardando un poco más y les explicó el porqué. Todos estuvieron de acuerdo en no decir nada por el momento. Además pensaban que aquello reforzaría la nueva situación de la pareja.
Las Navidades pasaron rápidamente entre guerra de bolas de nieve, concursos de muñecos y ángeles de nieve, y practicando esqui y snowboard en la estación de nieve que había en las afueras de Sapporo. Al final del día estaban exhaustos y caían profundamente dormidos sin cenar a veces. Sasuke se mudó a la habitación de Sakura, eso sí, siempre cuando sabía que su madre y el padre de Sakura no estaban dormidos, él se quedaba en su habitación hasta que los escuchaba acostarse.
Unos días después de Año Nuevo, Sasuke, Sakura, Shouta y Orus se preparaban para volver a Tokio y volver a comenzar con sus vidas cotidianas de nuevo, pero esta vez como pareja. Se despidieron de todos a primera hora de la mañana y a las nueve en punto ya estaban montándose en el avión privado que los llevaría a la gran capital japonesa.
-Pensaba que Asuma no podría estar aquí para el regreso a Tokio -dijo Sakura a Sasuke entrando en el lujoso jet con Shouta en brazos.
-Tener el cielo y esta maravilla a mi disposición hacen que volar sea más cómodo y rápido -dijo la voz profunda y afable del piloto. Asuma estaba esperándolos dentro, vestido con su uniforme impecable. Tenía un poco más de barba desde la última vez que lo vieron y en su rostro chato y moreno se dibujaba una sonrisa bonachona- Buenos días, señorita -saludó inclinando la cabeza mirando a Sakura. Ella sonrió e inclinó también la cabeza a modo de saludo.
-Me alegro de que hayas podido venir a por nosotros, Asuma. Espero que el pesado de mi hermano no haya abusado mucho de ti -dijo Sasuke burlón, dándole un apretón de manos al susodicho.
-Llevo muchos años trabajando para tu padre y creeme si te digo que nunca he viajado tanto que con vosotros dos -dijo a modo de respuesta Asuma con una carcajada- Por lo menos he podido pasar parte de las vacaciones con Kurenai y Rei -dijo con gesto amable al nombrar a su esposa y a su hijo- Que tengáis un buen vuelo -deseó despidiéndose de sus pasajeros.
Le dio una pequeña piruleta a Shouta y entró en la cabina de control. Sakura ató el cinturón de la sillita del pequeño y lo dejó tranquilamente comiéndose su golosina. Sasuke se sentó en el sillón y se puso el cinturón mientras que Sakura se sentaba en el que estaba en frente y hacía lo mismo. Orus se sentó en un cojín que había para perros justo en el medio de los dos asientos. Sasuke estiró la mano para rascar al perro entre las dos orejas mientras que éste cerraba los ojos y gruñía de gusto. Asuma informó del despegue y Sakura puso la mano al alcance de Shouta para que se la cogiera porque el pequeño se ponía nervioso llegado el momento de coger altura: al pobre se le taponaban los oídos y eso le incomodaba. El bebé apretó entre una de sus regordetas y pequeñas manos el dedo índice de Sakura. Ella le sonrió de forma tierna y él siguió chupando con gusto su piruleta. Cuando el avión se estabilizó y Asuma les informó de que ya podían moverse libremente, Sasuke y Sakura se desabrocharon los cinturones y dejaron a Shouta en su asiento para que se durmiera mientras ellos tomaban un café que hicieron ellos mismos en la moderna cafetera de la pequeña cocina que se encontraba cerca de la puerta del gran baño con ducha, incluso había un elegante y a la vez moderno sofá-cama al otro lado de los sillones donde se sentaban durante los viajes. Sin duda, un jet maravilloso. No había azafata, ya que era un avión privado.
-Toma, Orus -dijo Sakura sentándose mientras que le daba una galletita al cachorro, quien se la comió de un solo trago.
-No deberías mimarlo tanto; se va a poner gordo -reprendió con una sonrisa Sasuke mientras que le daba palmaditas cariñosas a Orus en el estómago. Orus movía la cola contento.
-Pero si es solo un cachorro, aunque sea tan grande -dijo Sakura viendo como el perro se tumbaba en el suelo. Le sorprendía lo grande que estaba aunque solo hubieran pasado varias semanas.
-No dejará de crecer hasta los dos años -informó Sasuke emocionado por ver a su perro totalmente crecido.
-¿Hasta los dos años? -preguntó Sakura con los ojos como platos- Pues creo que su habitación se va a quedar pequeña, porque como siga creciendo como hasta ahora... -dijo pensando en la habitación donde habían puesto todos los objetos y juguetes de Orus.
-No te preocupes que si hace falta nos mudamos -dijo Sasuke con una media sonrisa.
Sakura rio. Le emocionaba demasiado pensar en mudarse con Sasuke y la pequeña familia que tenían ahora. Buscar una preciosa casa, decorárla y arreglarla para vivir allí junto a las personas que más quería le parecía un sueño. Se levantó, le dio el último sorbo al café y caminó hacia la cocina para meter la taza en el lavavajillas. Cuando iba a cerrarlo, Sasuke la detuvo y metió su taza también. Cerró el lavavajillas y miró a Sakura. La chica sintió que la piel se le erizaba al sentir sus oscuros ojos sobre ella.
-¿En qué piensas? -preguntó Sasuke con voz calmada y tranquila. Se acercó a ella y deslizó sus manos por su cintura.
Sakura le miró de vuelta y luego apoyó su cabeza en el fuerte pecho de él. Desde allí vio como Shouta iba cayendo rendido en los brazos de Morfeo lentamente hasta que su cabecita quedó apoyada en uno de los blanditos laterales de la sillita. Sonrió levemente.
-Pensaba en lo que va a pasar de ahora en adelante -respondió finalmente levantando la mirada encontrándose de nuevo con esos ojos azabache- Creo que vamos a causar un revuelo considerablemente grande entre los medios -dijo divertida aunque un poco preocupada.
-¿Considerablemente grande? ¡Qué va! Solo preparémonos para salir en portada de revistas, periódicos y programas de televisión por todo el mundo. Será la noticia del año -dijo en tono de burla Sasuke haciendo reir a Sakura.
-Bien, pensé que me esconderías ante las cámaras... -dijo Sakura con tono sensual.
-¿Esconderte? No... Quiero que el mundo vea la suerte que tengo al tener a mi lado una mujer tan extraordinaria -contestó con voz grave y profunda, acercándose peligrosamente a los labios de Sakura.
-Adulador... -dijo riéndose coquetamente, impulsándose para llegar a los labios del pelinegro que sonrió al sentir la impaciencia de aquel beso.
Aquello sí que era sentirse volar, literalmente.
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"En la mañana de hoy os traemos la noticia del año: SASUKE UCHIHA SALE CON SAKURA HARUNO. Sí, lo que escucháis..."
"Nos han llegado imágenes donde salen los dos muy acarameladitos..."
"¡Cogidos de la mano e incluso BESÁNDOSE! Guau, quién lo imaginaría..."
"Pero, ¿y si es verdad que Sakura es la madre de ese bebé que hace tiempo vimos?..."
"Ninguno de los dos han querido hablar del asunto, pero ahora no nos queda CASI ninguna duda..."
"¡Son la pareja perfecta! ¡Divinos, perfectos y ricos! ¡Todos sabíamos que acabarían juntos tarde o temprano!"
"Se les ve tan enamorados... ¿habrá boda pronto?"
"Ya sabemos que actualmente las relaciones cortas pueden acaban rápidamente en boda..."
"Bueno, que sepamos, ellos han estado viviendo juntos durante dos años..."
"¿Quién dice que no ha pasado nada entre ellos durante ese periodo de tiempo?"
"Quizá fueran pareja desde el principio y lo han mantenido en secreto hasta ahora..."
"El bebé tendría como dos años más o menos... ¡a lo mejor lo tuvieron desde el principio y lo han ocultado!"
"Chicas, ya podemos decirle adiós al soltero más codiciado de todo Japón y el mundo entero... ¡Sayonara, Sasuke-kun! T.T"
"Es una pena que la hermosa doctora Sakura esté ya cogida aunque, ¡Sakura-san, aquí me tendrás por si acaso lo vuestro no funciona!"
"Una nueva y hermosa pareja acaba de nacer bajo el nombre, SasuSaku... Ah, qué bien suenan sus nombres juntos"
"¡SASUSAKU FOREVER!"
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-¿Te lo puedes creer? -preguntó Sakura con cara incrédula mientras apagaba la televisión- Si solo salimos a tomar un café -dijo moviendo rápidamente la cabeza de un lado a otro, intentando poner las cosas en claro en su cabeza.
Sasuke comenzó a reirse-. Te lo dije: solo llevamos medio mes de enero aquí y ya somos noticia de primera página -dijo dejando el libro en la mesa de café delante de él- Lo que menos soporto de esos programas de cotilleos es que hacen muchas suposiciones sin saber nada, además de decir cosas estúpidas... ¿SasuSaku? ¿Qué demonios tiene esa gente en la cabeza? -inquirió frunciendo el ceño.
-Por lo menos se lo han tomado bien... Te recuerdo que yo caía bastante mal hasta ahora porque vivía con el soltero de oro -dijo Sakura con una mueca sentándose en las piernas de Sasuke.
-Sí, pero también tenías y tienes admiradores, como ese presentador idiota que... -decía malhumorado al recordar a aquel presentador engominado y cuadriculado de un programa del corazón que se le había insinuado a Sakura por televisión.
-Ah, sí... Puede que le tome la palabra: es lindo -dijo con voz inocente mientras que miraba la reacción de Sasuke con ojos divertidos.
-¿Perdona? -exclamó Sasuke exaltado haciendo reir a Sakura.
-¡Era una broma, Sasuke! Eres un celoso -dijo la chica pasando un brazo por los hombros de Sasuke.
-No soy celoso... Soy posesivo -afirmó pasando sus manos por la cintura de la chica, atrayéndola hacia él- Con lo que me pertenece -terminó de decir haciendo sonrojar a Sakura antes de besarla apasionadamente.
Sasuke había tomado un comportamiento tan posesivo con ella que le abrumaba. Sakura había salido con chicos antes pero Sasuke era muy diferente, tanto por cómo le hacía sentir como le hacía actuar. Siempre había sido ella la que, más o menos, controlaba la situación en la relación debido a su fuerte caracter pero Sasuke al tener un caracter igual o más fuerte que el de ella, las cosas se igualaban y él tenía varias oportunidades para someterla. Y eso, de un modo u otro, le encantaba. Sin llegar al machismo, le encantaba que Sasuke se comportara como el macho alfa porque sabía que ella era la única que podía despertar aquellos sentimientos sobreprotectores y posesivos en él, y eso le causaba satisfacción.
Sasuke se levantó con ella en brazos y cayó sobre ella en el sofá que había al lado. Escuchó un pequeño gemido salir de la boca de Sakura y él comenzó a acariciar la piel aterciopelada por debajo del jersey de la chica haciéndola temblar de excitación. Sakura le mordió el labio inferior a Sasuke haciendo que éste gruñera seductoramente y aprovechara que Sakura tuviera levemente las piernas abiertas para poner entre ambas su pierna, haciendo que su rodilla se encontrara con la parte íntima de la pelirrosa y le hiciera gemir aun más fuerte.
-Sasuke... Tenemos que ir a por Shouta -dijo entrecortadamente Sakura intentando mantener la mente despejada mientras que Sasuke le besaba el cuello.
-Tranquila, está con mis padres. Ellos se encargarán de él un rato más -respondió Sasuke con tono impaciente bajando sus labios hasta el escote. Una leve caricia le dejó saber que no llevaba sujetador- "Premio" -pensó sonriendo por dentro.
Un gruñido de exasperación seguido por un suspiro de rendición por parte de Sakura sirvieron para dar a entender a Sasuke que dejara a Shouta un poco más con sus padres.
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Sasori conducía rápidamente por el centro de Tokio intentando adelantar a todos los coches que se interponían delante, deseando fervientemente llegar al edificio donde vivían Sakura y el maldito Uchiha.
No hacía más que un día que había llegado de viaje y nada más encender la televisión se encontró con lo que nunca había querido encontrarse. Nada más y nada menos que con la noticia del noviazgo de Sasuke y Sakura, la nueva pareja de moda, cogidos de la mano, besándose… ¿Pero qué demonios? ¡Incluso ya les habían puesto uno de esos motes que les ponen a las parejas famosas! ¡SasuSaku! ¡Qué se jodan!
Uchiha había hecho trampa. Aprovechándose de que en Navidades estarían juntos y que él y el otro chico, Juugo, no estarían allí, cogió la delantera y Sakura cayó en sus brazos. Se preguntaba si Juugo también se había enterado… Porque sí, él ya se había dado cuenta de lo que sentía también el pelinaranja pero por alguna razón le caía bien. ¿Sería porque ambos estaban en la misma situación? ¿Empatía? Da igual. El caso es que le encantaría que le pegasen una paliza a Uchiha.
Estaba muy cabreado. Con Sasuke y también con Sakura. ¿Es que, después de tantos años juntos, no se había dado cuenta de lo que sentía? Debería haberse confesado mucho tiempo atrás pero no estaba seguro de la respuesta de Sakura. ¿Por qué? ¿Quizá por cómo hablaba de Uchiha, por cómo se le iluminaban los ojos cuando pronunciaba su nombre? Quizá sabía que no era correspondido y por eso no se atrevía a hacerlo…
Pero lo que más le sacaba de sus casillas era que no había tenido la oportunidad correcta de hacerlo, de expresarle sus sentimientos adecuadamente. Tampoco sabía si lo iba a hacer bien esta vez, con el enfado y el rencor que sentía. Pero se lo tenía que decir ya. Quería que Sakura se diese cuenta de lo mucho que la quería, aunque ella no se hubiese dado cuenta nunca.
Aparcó delante del edificio y bajó dando un portazo. Con gesto serio, atravesó las grandes puertas de la entrada y se dirigió al lujoso ascensor. Entró y pulsó el botón que señalaba la dirección al ático. Y las puertas se cerraron.
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¡DIIIIIING, DONG! ¡DIIIING, DONG! ¡DIIIING, DONG!
Las rápidas y fuertes patas de Orus hicieron que sus pisadas se escucharan por todo el piso, corriendo hacia la puerta sobre el suelo de madera maciza. Pasando completamente de lo que estaban haciendo sus dueños en el sofá, se paró enfrente de la puerta, se sentó y moviendo la cola y jadeando felizmente esperó a que abrieran la puerta y entrase alguien a quien poder saludar.
-¡Sasuke! –gritó un tanto alarmada Sakura al ser interrupidos por el insistente sonido del timbre. Pero Sasuke siguió a lo suyo, concentrado en hacerla suya- Uh… Sasuke… No deja de sonar… ¡Ah! –decía perdida entre gemidos. Su mente estaba dividida entre parar y abrir la puerta o seguir haciendo el amor hasta el final y después abrir la puerta… si quien sea que estuviera ahí fuera seguía ahí.
-Hmp, déjalo… Seguramente sea Naruto –dijo Sasuke con voz agravada por el deseo y la excitación- Puede esperarse un poco más –susurró seductivamente en el oído de Sakura, haciéndola gemir de placer con una fuerte embestida.
Sakura no pudo articular ninguna otra palabra debido a la poca claridez de su mente, nublada completamente por la pasión de las embestidas de Sasuke. El timbre no dejaba de sonar y a medida que las llamadas se hacían más insistentes, ellos sentían que llegarían pronto al orgasmo. Las embestidas de Sasuke se hacían más rápidas y salvajes, comenzó a gemir con más fuerza y Sakura se agarraba a la gran espalda de Sasuke, mordiéndose el labio inferior, intentando no gritar de placer. Cuando ya se habían olvidado del timbre y de los ladridos de Orus, ambos llegaron al orgasmo entre gruñidos y gemidos. El pelinegro cayó sobre el pecho desnudo de Sakura, jadeando levemente, escuchando al desenfrenado corazón de su novia. Y el timbre seguía sonando.
-Sigue sonando, Sasuke –dijo con voz cansada Sakura. Era muy extraña la insistencia de quien quiera que estuviera ahí fuera, incluso para Naruto.
-Pues que siga sonando –respondió con un poco de molestia, dando a entender que de allí no se movería en un rato. Sakura dejó escapar una carcajada nerviosa que fue interrumpida por los labios de Sasuke que dejaron un tierno beso en su boca.
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¡Mierda! ¿Cuántas veces tendría que llamar al timbre para que le abrieran? Llevaba allí más de dos minutos y su paciencia estaba llegando a la fase límite. Sabía que el piso estaba insonorizado y no escuchaba nada más que los potentes ladridos de Orus detrás de la puerta.
¡Joder! Sabía que, por lo menos, Sasuke estaba allí. Había visto su coche aparcado en la acera del edificio. Y hoy era el día libre de Sakura así que también tenía que estar allí. A noser que hubieran salido a dar un paseo… ¿sin Orus? Era poco probable. ¿Entonces qué? ¿Estarían escuchando música a todo volumen con los audífonos puestos? ¿O…?
De pronto escuchó una leve voz detrás de la puerta. Parecía una carcajada. Conocía bastante bien la risa de Sakura comopara saber que esa carcajada era suya. Apretó los dientes y en vez de llamar de nuevo al timbre, dio unos cuantos golpes en la puerta.
-¡Eh, Sakura! ¡Sé que estás ahí! ¡Te he escuchado! ¡Abre la puerta de una maldita vez! ¡¿O es que estás sorda?! ¡Maldita sea! ¡Me estoy cansando de ser ignorado de esta manera! ¡Abre! –gritaba contra la puerta lo más enfadado posible.
No escuchó nada en respuesta y aun más enfadado iba a aporrear nuevamente la puerta, pero el cese de los ladridos de Orus y el sonido de la puerta abriéndose lo detuvieron.
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-¡¿Sasori?! –exclamó Sakura al escuchar los gritos furiosos del pelirrojo desde fuera.
Sasuke se incorporó sobre Sakura y miró hacia la puerta-. Ve a vestirte. Yo abriré la puerta –dijo serio sin mirarla terminando de oir los gritos de Sasori.
Sakura solo asintió absorta en sus pensamientos intentando saber por qué Sasori estaba así. Sasuke se quitó de encima de ella y se puso a vestirse rápidamente. Ella cogió su ropa esparcida por el suelo y salió a correr por el pasillo hacia la habitación dejando a Sasuke abriendo la puerta.
Sasuke se había puesto los pantalones a toda prisa y tenía la camiseta arrugada, además de tener los pelos como si se acabara de levantar de la cama. Pero le daba igual. Después de todo, creía saber por qué Sasori estaba allí y con un humor de perros. Le iba a demostrar que había perdido. Apartó con suavidad a Orus con la pierna y abrió la puerta.
Fuera se encontraba Sasori con gesto endurecido y labios apretados. Sasuke se lo quedó mirando con gesto serio-. Te agradecería que dejases de tocar al timbre, estás molestando a los vecinos –dijo Sasuke con su habitual tono frío y serio.
Sasori no dijo nada, solo lo miró de arriba a bajo con desagrado. Sin ninguna vergüenza, entró en el apartamento apartando a Sasuke de un empujón.
-¿Dónde está Sakura? –preguntó Sasori dándose la vuelta para encarar de nuevo a Sasuke que estaba cerrando la puerta.
-Se está vistiendo –anunció soltando un suspiro mientras se metía las manos en los bolsillo de su vaquero. Luego le miró de reojo- No has venido en el momento idóneo –sonrió con malicia.
-¡Ja! He interrumpido algo, ¿no? Pues lo siento… a no, no lo siento para nada –inquirió con un tono de voz iracundo, sonriendo retorcidamente.
-Hmp –siguió sonriendo con malicia- No hace falta que lo sientas, de todas maneras, hemos podido terminar… -dijo con finjida indiferencia.
Vio satisfechocómo la cara de Sasori se transformaba en un gesto de puro odio y se dirigía hacia él, cogiéndole del cuello de la camiseta y acercándole a su rostro furioso. Sasuke le miraba con rostro neutro y tranquilo. Orus había comenzado a aullar, sintiendo la tensión en el ambiente.
-Maldito… -insultó entre dientes Sasori.
-Has perdido Sasori -dijo con voz calmada Sasuke para luego caer al suelo, golpeado por un fuerte puñetazo del pelirrojo.
-¡Sasuke! –gritó Sakura apareciendo por el pasillo, alarmada por los ladridos de Orus.
-No pasa nada, estoy bien –dijo Sasuke limpiándose con un dedo la sangre que le caía del labio.
Se levantó sin ningún esfuerzo del suelo y clavó su mirada de nuevo en Sasori. Sakura se acercó a él para examinarle la zona golpeada y se quedó más tranquila al saber que no era nada grave.
-Sakura… -llamó Sasori posando sus ojos en ella. La pelirrosa le miró con cara disgustada.
-¡¿Se puede saber qué puñetas te pasa, Sasori?! ¡Primero llamas como un poseso a la puerta, gritando como un loco y después le pegas un puñetazo a Sasuke! ¡No entiendo lo que pasa! –gritó confusa y preocupada Sakura.
-¡Pues claro que no lo entiendes! Nunca entiendes lo que pasa –espetó Sasori con mirada triste ante la estupefacción de Sakura- Que qué me pasa preguntas… ¿Qué qué me pasa? Eres tú, ¿no lo entiendes? Siempre has sido tú –dijo riendo con desgana.
-¿Qué? ¿Qué pasa conmigo? Sasori, si he hecho algo que te haya molestado, yo… -comenzó a decir Sakura preocupada por haber hecho algo malo hacia Sasori involuntariamente. Sasori comenzó a reir más fuerte.
-Me parece increíble que no te des cuenta a pesar de estar al lado de ese idiota –decía con desprecio hacia Sasuke quien permanecía impasible.
-¿Idiota? –preguntó mirando a Sasuke sin entender- Esperad un momento… ¿No se supone que os llevabais bien? –preguntó aun más confusa.
-¡Oh, vamos, Sakura! ¡Uchiha y yo nunca nos hemos llevado bien! ¡Todo era una puta farsa! –gritó Sasori perdiendo ya los nervios.
-Pero… ¿por qué? –preguntó Sakura impactada, bajando la mirada.
-Por ti –habló por primera vez Sasuke. Sakura levantó rápidamente la vista para mirarle pero él no la miraba a ella.
-¡Así es! ¡Por ti! ¡Para que no te preocuparas! ¡Para poder tener una oportunidad contigo! Pero aun así… ¡Aun así escogiste a Uchiha! ¡Y no lo entiendo! –gritaba acaloradamente ante Sakura.
-Sasori… -susurró Sakura con los ojos abiertos como platos.
-¿Por qué Sakura? ¿Por qué? Si he sido yo quien ha estado toda la vida a tu lado, quien ha pasado por todo contigo, quien te ha consolado y te ha hecho reir cuando lo necesitabas… ¿Por qué? ¿Por qué no sientes lo mismo por mí? –dijo en un tono más moderado y triste- ¿Por qué no me amas como yo a ti? –preguntó bajando la mirada y apretando los puños a ambos lados de su cuerpo.
Sakura se había quedado pasmada en el sitio. No podía ser… ¿Sasori estaba enamorado de ella? ¿Desde cuando? ¿Cómo no se había dado cuenta antes? Quizá porque ella no sentía lo mismo… No sabía qué decir y menos con Sasuke delante.
-Sasori yo…
-Lo sé, no hace falta que digas nada –dijo levantando la mirada sonriéndole de forma dulce pero triste- La culpa la tengo yo por no haberte dicho mis sentimientos antes… Ahora he perdido mi oportunidad de estar contigo como me gustaría –dijo acercándose a ella. La besó en la frente- Sayonara y…lo siento –se despidió.
Y sin decir nada más, salió del apartamento.
Wow, que bonito y acaramelado capi, me gusta mucho tu blog, esta muy padre, desde este momento lo empiezo a seguir, bueno sin mas que decir, chai
ResponderEliminar¡Hola!
EliminarMe alegro muchísimo que te haya gustado el blog y, sobre todo, el capítulo =D
Te agradezco muchísimo que lo vayas a seguir y que hayas comentado :3
Espero que nos volvamos a leer en el próximo capítulo ^^
Un abrazo muy fuerte,
Helena-chan <3
Oye podría hacerte esta pregunta: cuando has de publicar tía? Por q estoy que me muero
ResponderEliminar¡Sinceramente no lo sé! xD
ResponderEliminarTodavía no he comenzado a escribir el capítulo, así que necesito que tengas un poquito más de paciencia ;)
Gomen! ¡Y no te mueras, onegai! T_T