Resumen

2 personas que se odian + un bebé llorón = Un problemón muy llorón.

Esa es la situación de Sasuke y Sakura, dos jóvenes enfrentados por sus diferencias.

Sakura Haruno, una chica de 25 años que vive en la ciudad de Osaka en Japón, es transferida a la gran ciudad de Tokio para trabajar como médico profesional en el mejor hospital de la ciudad. Sólo tiene un problema: ni su familia ni ella tienen el suficiente dinero como para comprarse ni siquiera un pequeño apartamento. Por eso decide compartir piso…

Sasuke Uchiha, un chico de 26 años que vive en la ciudad de Tokio, es propietario empresario de las grandes E.M.U (Empresas Mobiliarias Uchiha) junto con su hermano mayor Itachi Uchiha quien se encarga también de la empresa desde EE.UU. Se verá obligado a compartir su tranquilo y preciado apartamento con una verdadera “molestia”, según él…

Toda esta situación se complica cuando alguien deja al pequeño Shouta de casi 2 años de edad delante de la puerta de su apartamento.

Esta historia será una comedia romántica, donde los tríos amorosos e incluso los “cuartetos amorosos” pondrán a prueba la complicada relación que hay entre estos dos personajes, acompañados por situaciones divertidas y alocadas.

Parejas que aparecerán en esta historia:

-SasuSaku (Pareja principal)

-NaruHina

-ItaKo (Itachi y Kohana “personaje inventado por mí”)

-PainKon (Pain y Konan)

-SuiKa (Suigetsu y Karin)

-SasuKa (Sasuke y Karin, lo siento T.T a mí también me ha costado admitirlo)

-SasoSaku (Sasori y Sakura)

-JuuSaku (Juugo y Sakura)

lunes, 6 de abril de 2015

"¡Un problemón muy llorón!" <> CAPÍTULO 22 (2ª TEMPORADA)

Sasuke abrió la puerta del apartamento mientras abrazaba a Sakura por los hombros. Dejó que entrara ella primero y sin decir nada cerró la puerta tras de sí. Cuando se dio la vuelta se fijó en que los ojos cansados de Sakura se habían posado en la figura que descansaba en el sofá. Seguro que se estará preguntando que qué hace aquí, pensó Sasuke.
-Le pedí que se quedara con Shouta hasta que volviéramos. Era la única persona con la que estaba en ese momento y no podía perder más tiempo –explicó el pelinegro, acercándose a Megan para despertarla. No se fijó en el ceño fruncido de la pelirrosa.
Ella se quedó en silencio mientras miraba cómo Sasuke la despertaba con cuidado, sin perder ni un movimiento de Megan, ni tampoco lo brillante que se pusieron sus ojos al ver al pelinegro. No sabía si era por la depresión que traía consigo del hospital o por los celos que se estaban mezclando con otros sentimientos también deprimentes, que cuando la morena se acercó con cara lastimera a darle ánimos por lo de su padre ella sólo asintió y preguntó con voz indiferente:
-¿Dónde está Shouta?
-Eh… Hace tiempo que se durmió así que lo dejé en su cuna –respondió Megan un poco sorprendida por el cambio que había dado aquella alegre y carismática pelirrosa.
Y Sakura, sin ni siquiera hablarle ni mirarle, volvió a asentir y comenzó a andar hacia la habitación del pequeño. Sólo quería irse de allí y dejar de ver el coqueteo que Megan se traía con Sasuke.
-Lo siento, Megan –se disculpó Sasuke cuando Sakura desapareció de su vista- No se encuentra muy bien y lo que necesita ahora es descansar.
-Lo entiendo, no te preocupes –respondió con una leve sonrisa. Aunque a ella le había parecido algo más que cansancio- Cuenta conmigo para lo que quieras –se ofreció dándole un apretón cariñoso en el brazo.
-Gracias –dijo Sasuke un tanto aliviado por poder depender de alguien tan confiable en aquellos momentos.
Cuando Megan se fue del apartamento, Sasuke se dispuso a buscar a Sakura para acompañarla a la cama. La encontró en el cuarto de Shouta, a oscuras, mirando al tranquilo bebé. Se acercó a ella, sorteando a un repanchingado Orus, y la atrajo hacia sí.
-Venga, vamos a dormir –le susurró Sasuke al oído.
-¿Qué hacía ella aquí? –preguntó Sakura ignorando a Sasuke. El tono de voz confundió a Sasuke.
-Bueno, la invité a tomar un café en casa porque tenía que darle de comer a Shouta. Nos encontramos por casualidad en la calle y… -comenzó a explicar Sasuke sin saber el motivo de por qué Sakura estaba a la defensiva.
-Sí, ya claro, por casualidad –interrumpió la chica deshaciéndose de su abrazo.
-¿Se puede saber qué te pasa? –preguntó el pelinegro un poco molesto por la actitud de Sakura.
-Nada, sólo que no me parece que sea una mujer de casualidades –respondió tajante mientras salía del cuarto.
Sasuke se quedó sin palabras. No lo entendía. No entendía nada de lo que estaba pasando. ¿Por qué hablaba de esa manera de Megan? Suspiró. No debería darle mucha importancia a aquel episodio. Después de todo, Sakura no estaba bien en aquellos momentos…
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