Resumen

2 personas que se odian + un bebé llorón = Un problemón muy llorón.

Esa es la situación de Sasuke y Sakura, dos jóvenes enfrentados por sus diferencias.

Sakura Haruno, una chica de 25 años que vive en la ciudad de Osaka en Japón, es transferida a la gran ciudad de Tokio para trabajar como médico profesional en el mejor hospital de la ciudad. Sólo tiene un problema: ni su familia ni ella tienen el suficiente dinero como para comprarse ni siquiera un pequeño apartamento. Por eso decide compartir piso…

Sasuke Uchiha, un chico de 26 años que vive en la ciudad de Tokio, es propietario empresario de las grandes E.M.U (Empresas Mobiliarias Uchiha) junto con su hermano mayor Itachi Uchiha quien se encarga también de la empresa desde EE.UU. Se verá obligado a compartir su tranquilo y preciado apartamento con una verdadera “molestia”, según él…

Toda esta situación se complica cuando alguien deja al pequeño Shouta de casi 2 años de edad delante de la puerta de su apartamento.

Esta historia será una comedia romántica, donde los tríos amorosos e incluso los “cuartetos amorosos” pondrán a prueba la complicada relación que hay entre estos dos personajes, acompañados por situaciones divertidas y alocadas.

Parejas que aparecerán en esta historia:

-SasuSaku (Pareja principal)

-NaruHina

-ItaKo (Itachi y Kohana “personaje inventado por mí”)

-PainKon (Pain y Konan)

-SuiKa (Suigetsu y Karin)

-SasuKa (Sasuke y Karin, lo siento T.T a mí también me ha costado admitirlo)

-SasoSaku (Sasori y Sakura)

-JuuSaku (Juugo y Sakura)

jueves, 3 de julio de 2014

"¡Un problemón muy llorón!" <> CAPÍTULO 20 (2ª TEMPORADA)

-Confía en Sasuke-kun, Sakura –dijo Hinata desde el probador.
-Si yo confío en él, pero en ella no –contestó la pelirrosa sentada en uno de los bancos de la tienda.
Hinata salió del probador acompañada por la dependienta que las estaba ayudando. Sakura soltó una exclamación de sorpresa al ver el precioso vestido de novia que llevaba su amiga. Parecía un ángel, totalmente de blanco y detalles dorados desgastados. La madre de la Hyuuga llegó en ese momento con otro vestido y lo dejó en el banco más próximo para poder acercarse a su hija muy emocionada.
-¡Mírate, hija! ¡Estás preciosa! –dijo con lágrimas en los ojos. Ambas se miraron al enorme espejo que estaba en la pared continua a ellas.
La pelinegra dibujó una enorme sonrisa en su rostro al verse por fin en uno de los posibles trajes que la llevarían a compartir su vida con Naruto.
-Desde luego Naruto-baka tiene mucha suerte de tener una mujer tan fantástica como tú a su lado –dijo Sakura cogiéndole de la mano y mirándola a través del espejo.
-Igual que Sasuke-kun –contestó Hinata mirándole directamente- Seguro que él también sabe apreciarte y pronto serás tú la que esté dentro de un vestido de novia –dijo guiñándole un ojo.
Sakura se sonrojó al imaginárselo. Todavía era demasiado pronto para eso, Sasuke y ella habían comenzado su relación hace sólo unos cuantos meses. Pero también era verdad que habían pasado dos años viviendo juntos… El caso es que no descartaba la idea de que pudiera pasar algún día. Es más, le encantaría que pasara.
-Los celos son algo normal en una relación. Solo que en gran cantidad no son buenos, te acaban haciendo daño a ti y a tu relación. Si vuestra relación es tan fuerte como parece ser, entonces no podrá romperla nadie que esté fuera de ella. Recuérdalo y verás que el amor se porta bien contigo –aconsejó la madre de Hinata una vez que su hija se metió de nuevo en el probador.
Sakura se quedó pensativa pero después sonrió a aquella amable mujer- Lo haré, gracias –agradeció su ayuda.
-No es nada, cariño –respondió dándole suaves palmaditas en la mano para que se animara- Yo también fui joven en cuanto al amor se trata y hoy en día te puedo decir que éste va madurando poco a poco y nunca se detiene. ¡Fíjate en Hiashi y yo! ¡Casi treinta años casados y aquí seguimos! –exclamó con una linda risa- Seguro que tus padres piensan lo mismo, y aunque paséis por momentos difíciles, vuestro amor llegará a buen puerto. Estoy segurísima de ello –animó levantándose al ver salir a su hija de nuevo.
Sakura miró a Hinata y volvió a imaginarse el hermoso futuro que podría sucederle. Una sonrisa involuntaria se instaló en su cara y decidió dejar las preocupaciones a un lado.
Confiaría en Sasuke. Confiaría en ella misma. Confiaría en su amor.
Confiaría en un futuro.
Juntos.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

-Está bien. ¿Seguro que todo va bien? Ya, bueno, me lo creeré –rió- Llama si necesitas lo que sea. Nos vemos pronto, sayonara –colgó.
Sasori suspiró y le dio vueltas a la reciente conversación que había mantenido con Sakura. La notaba un tanto tensa pero por lo demás seguía siendo la misma de siempre. Quería pensar que era por el trabajo aunque intuía que cierto pelinegro tenía que ver.
Se levantó de la silla y salió del camerino. Saludó al personal que andaba de un lado para otro preparando la siguiente sesión de fotos y se dirigió a la zona del buffet. Necesitaba un café bien cargado. Sonrió nostálgico al recordar la última vez que había visto a Sakura en aquella cafetería y le había hecho saber que se retiraría de la batalla por su amor. Por supuesto, era muy difícil olvidar sus sentimientos y todavía seguía sintiendo lo mismo por ella. Él seguiría allí para ella pasase lo que pasase.
-Como no le eches un poco de azúcar te va a amargar mucho –dijo una voz femenina a su lado.
Sasori giró la cabeza y se encontró con su compañera de ese día para la sesión de fotos. Rie le sonrió amistosa y cogió una taza para servirse un café también. Era una modelo muy famosa en Japón debido a su belleza híbrida: su padre era afroamericano y su madre japonesa. Había heredado la estatura media-baja característica de su país materno, ojos azabaches y rasgados, pelo largo, color chocolate y ondulado, nariz achatada y labios gruesos, y claramente, la tersa y morena piel de su padre. Era como una muñequita de colección que eclipsaba a cualquiera que la miraba. Pero lo que más le había gustado a Sasori (los pocos días que la había conocido) es que era modesta, simpática y bondadosa. Pensaba que era muy raro encontrar gente como ella en el mundo del modelaje que fuera tan real y verdadera.
-Me lo han dicho bastantes veces –respondió Sasori con otra sonrisa. Se hizo a un lado para dejarle espacio delante de la cafetera- Pero me gusta así.
-Un chico duro, ¿eh? –inquirió divertida retirando su taza de la cafetera- Estoy segura que todas esas veces que te lo han dicho fue una chica, ¿verdad? –dijo mirándole de reojo con un deje burlón. Cogió tres terrones de azúcar y los echó en su taza.
Sasori se sonrojó un poco mientras le daba un sorbo a su café-. ¿Es que todas tenéis los mismos gustos o algo así? Me desconcertáis –afirmó Sasori un tanto divertido.
Rie soltó una carcajada suave.- No es eso. Las mujeres somos dulces de por sí. Harías bien en recordarlo, Sasori-kun –dijo dejando caer un terrón de azúcar en el café de Sasori. Le guiñó un ojo y le dio un sorbo a su café.
El pelirrojo bufó un poco contrariado pero sonrió. Miró a Rie y le dio un sorbo a su café, ahora un poco azucarado. No estaba mal, pero tardaría en acostumbrarse.
-Bien, y ahora que ya he conseguido dulcificarte la mañana, ¿qué tal si nos ponemos a trabajar y te enseño la dulzura de las mujeres? –preguntó coqueta mientras le sacaba la lengua a modo de juego.
Sasori dejó su taza sobre la mesa y siguió a su compañera. Tardaría en acostumbrarse, sí, pero no estaría tan solo como imaginaba.
+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
En uno de los salones imperiales de uno de los numerosos hoteles centrales de Tokio se celebraba una conferencia empresarial al que asistían los jefes de las empresas más poderosas e influyentes de Japón. Una agradable cena acompañada por una pequeña banda de música jazz, hacía de la velada una reunión entretenida y suave para estrechar relaciones públicas y laborales. La concentración se había producido debido a la creciente subida de beneficios totales que producían las empresas en Japón y todos mostraban su buen humor al compartir risas con deliciosos cócteles en las manos.
Entre ellos se encontraba una pareja de amigos empresarios que hablaban despreocupadamente mientras uno de ellos atendía al móvil:
-Sí, Pain, está aquí. ¿Pero cómo quieres que se lo pregunte? Sonará un poco raro… ¿Y no le llamáis vosotros? Sí, bueno, lo entiendo. ¡Deidara! ¡Estate quieto de una vez! –hablaba Hidan mientras intentaba hacer parar al rubio que hacía gestos raros para hacerle reír. No hubo resultados- Hmp, ojalá estuvieras aquí e hicieras que este idiota se controlara… -dejó caer mientras Deidara le miraba con el deño fruncido- Eres el único que puede pararlo –rió al ver cómo Deidara comenzaba a decir barbaridades entre dientes. Pain también lo escuchó y comenzó a reírse- Bueno, ya te llamo cuando hable con él. Venga, nos vemos, sayonara –se despidió y colgó.
Bufó al ver que Deidara seguía con su lista de improperios hacia él, pero lo cogió del brazo y lo hizo callar unos segundos hasta que soltó:
-Hey, ¿a dónde vamos? –preguntó curioso intentando llevar el ritmo de las pisadas de Hidan.
-A hablar con Sasuke Uchiha –contestó rápidamente.
-Guau, hace tiempo que no charlamos con él. El hermano pequeño de Itachi-chan es más difícil de tratar que él –dijo Deidara recordando al que era uno de sus mejores amigos.
-Ya, y de paso le preguntamos por el pequeño de Pain. Intenta controlar tu bocaza y no soltar más de la cuenta, ¿entendido? –ordenó el peligris divisando a su objetivo entre la gente.
Sasuke se encontraba con Naruto, Megan y Kakashi. Se encontraban hablando amenamente con otro grupo de empresarios que estaban al lado de una de las mesas de aperitivos. Hidan se paró unos instantes y arregló bien su chaqueta. Deidara se chocó contra su espalda por andar distraído diciendo:
-Hai, hai. No sé por qué siempre piensas que voy a meter la pata pero… ¡auch! ¡No te pares así de repente! –exclamó poniéndose a un lado de su amigo y viendo rápidamente a Sasuke- ¡Ey! ¡Es Sasuke! –gritó. Hidan puso los ojos en blanco. El escándalo había llegado- ¡Eh! ¡Sasuke-chan! –llamó mientras se acercaba al grupo. Sasuke pareció reconocer aquel llamado y sonrió forzadamente. Hidan intentaba callar al rubio, sin lograrlo- ¡Cuánto tiempo! ¡Desde la última conferencia creo recordar! –preguntó el rubio llegando y cogiendo al pelinegro por los hombros.
-No lo recuerdo bien –respondió lo más educadamente posible. Odiaba que los insoportables amigos de su hermano vinieran a darle el peñazo delante de tanta gente.
Y mientras que Deidara y Sasuke hacían memoria de sus pasados reencuentros, Naruto se acercó y con una sonrisa saludó:- ¡Hombre, Hidan! Me alegro de verte. Y a Deidara también, claro –dijo chocando un puño amistoso con el otro rubio al grito de “¡Hola, rubiales!”- No os habíamos visto en toda la noche –inquirió dándole la mano como saludo.
-Estaba ocupado tratando de evitar que “esto” –señaló a Deidara- arruinara la velada –dijo lo más serio que pudo.
Se escucharon risas ante el comentario y un “¡Oye!” indignado por parte del susodicho que liberó a Sasuke y por fin pudo estar tranquilo. Entonces el otro peligris del grupo entró en la conversación:
-¿Con que los Akatsuki, ah? No habéis cambiado nada, Hidan, Deidara –dijo Kakashi con una sonrisa.
-¡Pero si es Kakashi! –exclamó divertido Deidara. Le dio un buen apretón de manos.
-Hiciste una buena colaboración con nuestro complejo empresarial Akatsuki. He estado esperando una nueva desde entonces –dijo Hidan saludándole con otro apretón de manos.
-Sería un gran honor volver a trabajar con el grupo de empresas más desarrollado de Japón, pero ahora es decisión de mi jefa poder hacerlo, ¿verdad, Megan? –dijo dejándole paso a Megan que se puso a su lado, sonriendo educadamente- Os presento a la señorita Megan Fletcher, CEO de EMF y mi jefa –presentó con un guiño de ojo.
-Estoy encantada de conocer a dos de los jefes de las empresas más influyentes del país –dijo saludando con un apretón de manos a los dos.
-Y nosotros por conocer a la jefa de tan importante empresa internacional. Hemos escuchado hablar de usted y de su buen dominio del japonés. Estoy sorprendido –apreció Hidan.
-Sí, yo también. Los rumores sobre tu belleza son completamente ciertos –elogió Deidara con una sonrisa desvergonzada.
-Oh, muchas gracias. No sabes lo que me alegra oír eso de un hombre que cuida más su pelo que yo –respondió de la misma forma la inglesa. Todos rieron ante el contraataque.
-Pues sí que sabes hablar bien el “idioma del diablo” (N.A: Así llamaban antiguamente al japonés los descubridores de las islas japonesas) –dijo divertido. Aquella mujer le ponía a cien y no sabía el porqué.
-Y ya que estamos hablando de rumores y noticias, he escuchado que tienes un bebé a tu cargo, Sasuke-kun –dijo Hidan llamando la atención de Sasuke- ¿Qué tal se te da ser padre? –preguntó ante la atenta mirada de los demás. Megan era la única que había desviado la mirada para entretenerse con un entremés que había en una bandeja.
-Pues… Es agotador y las responsabilidades se te amontonan –dijo jugueteando con su copa llena de vino- Pero te sientes más completo y realizado. Es la alegría de la casa y no te aburres en ningún momento –dijo sonriendo. Los demás le observaban con pequeñas sonrisas complacidas y alegres por ver a Sasuke tan relajado y contento. Megan seguía con sus aperitivos.
-¿Y la Sakura Haruno-san? ¿Es tu pareja, no? ¿Habéis decidido quedáoslo? –preguntó Deidara imprudentemente. Sintió el codo de Hidan en su codo para que se callara. El rubio le mandó una mirada de arrepentimiento.
Sasuke se quedó unos momentos en silencio sin apartar la vista de su copa.- Todavía no lo hemos hablado y no sabemos lo que vamos a hacer pero si llegado el momento tenemos que tomar una decisión, por mi parte, aceptaría quedármelo –dijo levantando la mirada con ojos decididos. Megan dejó el último aperitivo que se iba a comer de nuevo en la bandeja, intacto.
-Ya veo –respondió Hidan mirando de reojo a Deidara quién le miraba a él también- Me alegra saber que eres un buen padre. Pronto tendrás que darme algunos consejos. Mi esposa saldrá de cuentas en dos semanas aproximadamente y me vendría bien tener a un padre experimentado como apoyo –dijo con una amplia sonrisa.
La noticia cayó de repente y el primero en felicitarle, con un insulto incluido, fue Deidara, por no haber sido el primero en enterarse. Los demás le dieron sus felicidades y ánimos para la nueva vida que llegaría pronto. También aprovecharon para felicitar a Naruto por su próxima boda. Luego comenzaron las despedidas:
-Ha sido todo un placer hablar con vosotros. Espero que volvamos a vernos pronto –se despidió Hidan educadamente.
-Volveremos a vernos, eikoku-jin-san (N.A: Significa “inglesa”) –dijo Deidara con voz seductora.
-En sueños, seguro –respondió Megan con una sonrisa altiva.
Deidara rió y se despidió con un gesto de manos mientras se alejaban entre la multitud. Cuando ya estaban lo más lejos posible del grupo el rubio exclamó:
-¡¿Lo has visto?! ¡Está loquita por mí! ¡Te dije que algún día conocería a alguien que pudiera responder a mis piropos de esa manera! –exclamaba emocionado como un niño pequeño.
Hidan sonrió al ver a su amigo ser alcanzado por el flechazo del amor.- Yo no lo creo así. Sólo te estaba parando los pies, creo yo –aclaró el peligris intentando que su amigo pusiera los pies en la tierra. Pero Deidara ya estaba en otro mundo como para hacerle caso. Suspiró- Por lo menos tengo noticias buenas y tranquilizadoras para Pain –y Deidara seguía gritándole en el oído su amor a primera vista- Y por desgracia un gran dolor de cabeza como recompensa.
+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
-Tadaima –dijo Sasuke al entrar en el apartamento.
Nadie contestó pero supo que Sakura estaba en casa porque ella siempre dejaba la luz del salón encendida para que él supiera que estaba allí. Se acercó y la apagó. Caminó por el pasillo a oscuras mientras iba desabrochándose la camisa y quitándose la corbata. Cuando estuvo a la altura de la habitación de Shouta abrió la puerta un poco y se asomó. Pudo ver a Orus tumbado al lado de la cuna y el rostro tranquilo del bebé iluminado levemente por la pequeña lucecita con forma de pollito amarillo que estaba enchufada en la pared continúa a donde dormía. Sonrió y dejó la puerta entre abierta para poder escuchar al pequeño si le pasaba algo.
Finalmente llegó a la habitación principal que tenía la puerta abierta y se podía ver la luz de la lámpara de la mesilla encendida. Sakura yacía dormida de costado a un lado de la cama. Sasuke la observó mientras terminaba de desabrocharse la camisa y se acercó a la cama, se subió y caminó a cuatro patas hasta estar completamente encima de ella. Apartó algunos pelos que le caían por la cara y comenzó a besarla, paseando sus labios suavemente por su mandíbula hasta su oído. Sakura comenzó a removerse y se giró, quedando cara a cara con Sasuke. La chica sonrió medio dormida mientras se desperezaba, lo que hizo que él también sonriera.
-Okaeri –dijo Sakura en tono bajo contra los labios de Sasuke.
El pelinegro besó los labios de Sakura, impaciente de volver a tocarlos desde aquella misma mañana. Sintió los brazos de la chica abrazarle por el cuello y ambos profundizaron el beso. Cuando se separaron unos milímetros para respirar, se miraron unos segundos a los ojos y Sasuke se dejó caer a su lado.
-Pareces más cansado de la cuenta. Has tardado más de lo que me dijiste que pensabas –dijo la pelirrosa acariciándole el pelo mientras se miraban a los ojos.
-Comenzaron a llegar viejos conocidos y Naruto no dejaba escaparme –dijo suspirando con cansancio. Cogió la mano de Sakura y la llevó a sus labios- Gomen, lo único que quería era irme de allí y venirme lo antes posible –besó la mano de Sakura.
Sakura se acercó a él e hizo que apoyara su cabeza sobre su pecho. Sasuke cerró los ojos y dejó que la calidez de la chica le reconfortara.- Ahora descansa. Ya estás en casa –escuchó decir a Sakura mientras sentía sus suaves dedos pasearse lentamente por su pelo negro.
-Sí… Estoy en casa –dijo antes de caer en los brazos de Morfeo.
No había nada mejor que una cálida bienvenida al llegar a casa. Sobre todo que te la diera la persona que más amabas en el mundo…
Ashiteru. Aquellos sentimientos, susurrados en medio de una cálida noche, le darían la fuerza para confiar en un futuro.
Juntos.

2 comentarios:

  1. Haaaay y el siguiente capitulo? TT-TT necesito seguir leyendo TT-TT amo tu historia TT-TT

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El siguiente capítulo ya está publicado ^^U
      No sé si te has equivocado de capítulo al escribir este comentario :P
      Pero bueno, no pasa nada ;)
      Si yo soy la que me equivoco y el capítulo 21 no se puede ver, entonces perdóname y avísame si pasa eso n.n
      Muchas gracias por tu apoyo <3
      Espero seguir teniéndolo :3
      ¡Hasta el próximo capítulo! ^3^

      Eliminar