El pelinegro gruñó con molestia y finalmente deshizo su abrazo y se alejó de ella. Por fin había conseguido entretener a Shouta por primera vez en toda la tarde y se encontraba a Sakura estudiando para el maldito exámen de conducir. Y él solo quería un poco de mimos después de una larga semana de trabajo.
-Vale, pero después no vengas pidiéndome que te haga caso –respondió cruzándose de brazos de espaldas a ella.
-Oh, vamos, Sasuke no te comportes como un crío chico –dijo Sakura poniéndolos ojos en blanco.
-Hmp –utilizó su famoso monosílabo con gesto fruncido y se marchó de la habitación.
Sakura suspiró.
Desde que se apuntó a la academia para apreder a conducir pasaba bastante tiempo estudiando y Sasuke la perseguía en todo momento como si fuera Orus en busca de cariñitos y mimitos. La verdad es que él se había tomado bien la noticia de que ya no tendría que ser su chófer personal después de que se sacase el carnet y había asumido más tiempo del que le tocaba cuidar de Shouta para que ella pudiese estudiar. Aunque “Los primeros días que conduzcas te acompañaré por si acaso. No quiero accidentes”, eso dijo con voz autoritaria.
Volvió a suspirar.
Tendría que compensarle de algún modo.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Cuando salió del estudio, Sakura se estiró para despejarse un poco después del duro estudio de marchas y señales de tráfico. Se percató de que el apartamento estaba en total silencio y se extrañó. Comenzó a andar por el pasillo y llegó al salón. El parque y los juguetes se encontraban en el mismo sitio de siempre pero de Shouta no había rastro. Se acercó más al sofá y lo que vio allí la enterneció: Sasuke estaba tumbado a lo largo de todo el sofá boca arriba, abrazando a Shouta que estaba echo una bolita arropado con su mantita amarilla; Orus se encontraba a los pies de Sasuke, utilizando sus pies como almohada. Los tres dormían profundamente. La pelirrosa no perdió el tiempo y les hizo una foto con su móvil. Se quedó observándolos embobada duranto un rato más hasta que su móvil comenzó a vibrar. Miró la pantalla y abrió mucho los ojos al ver quien estaba llamándola. Se fue corriendo al pasillo y cuando llegó al final de éste, descolgó rápidamente.
-¿Sasori? –preguntó incrédula e insegura.
-Sakura –saludó simplemente la voz grave de su amigo.
-Te he llamado –dijo sin rodeos la chica- Varias veces –remarcó frunciendo el ceño.
-Lo sé –afirmó sin ningún asomo de culpabilidad- Quiero hablar contigo, los dos solos –dijo sin cambiar su tono escueto.
-Vale –accedió Sakura. Hubo un silencio en la línea- Mira Sasori, no sé si estás esperando a que te grite por no haber contestado mis llamadas hasta ahora o por no haberme dicho dónde estabas durante este tiempo pero sinceramente no sé si estoy en posición de reclamarte nada –dijo confundida, su mente llena de los recuerdos del último día que lo vio.
Le pareció escuchar un suspiro cansado de parte del pelirrojo.- ¿Puedes quedar mañana en el CaféCup a las ocho de la tarde? –preguntó directamente, sin ningún comentario a lo que había dicho Sakura.
-Allí estaré –aceptó Sakura.
-Bien, adiós –se despidió sin muchos detalles.
-Adiós –colgó.
Sakura suspiró. Había notado que Sasori iba relajándose a medida que iba pasando la pequeña conversación pero aquel sentimiento de tensión no lo abandonaba, al igual que a ella.
-¿Era él? –preguntó una voz ya conocida a sus espaldas.
Sakura se dio la vuelta y se encontró a Sasuke apoyado en la pared del pasillo con los brazos cruzados.
-Sasuke –dijo Sakura sin sorprenderse- Pensaba que estabas dormido –dijo sonriendo intentando no preocuparlo. Sasuke no dijo nada, tampoco cambió su inexpresivo rostro. Volvió a suspirar- Sí, era él. Quiere que nos veamos mañana para hablar –explicó Sakura cabizbaja, cruzándose de brazos como si se estuviera abrazando a sí misma.
El pelinegro se acercó a ella y le levantó delicadamente la cabeza por la barbilla para que le mirara a los ojos-. ¿Estás bien? –preguntó con el ceño levemente fruncido por la preocupación.
-Sí, tranquilo. Solo es que… Han pasado casi dos meses desde que ocurrió aquello y de repente parece como si acabara de suceder –dijo evitando la mirada de Sasuke- Es mi mejor amigo pero no sé si él querrá que yo lo sea, y eso me entristece. No quiero perderle, Sasuke –dijo con voz cargada de pena.
-Molestia –dijo Sasuke mientras la rodeaba en su cálido abrazo- Si quiere hablar contigo es porque quiere arreglar las cosas. No creo que sea tan baka como para perder una amiga tan importante como tú solamente porque estés saliendo con otro chico –dijo intentando animarla. Sintió las suaves manos de Sakura en su espalda, agarrándose a su camiseta- Todo saldrá bien, ya verás –prometió en un susurro.
Besó su sedoso pelo rosa y ella estrechó el abrazo.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Sakura entró en la cafetería resoplando por el frío que hacía aquella tarde. Pronto se le acercó un camarero para atenderla.
-¿Haruno-san? –preguntó sonriente el chico.
-¿S-Sí? –contestó un tanto sorprendida.
-Hay alguien esperándola. Sígame, por favor –anunció amablemente.
La chica asintió rápidamente y bajo las atentas miradas de los demás clientes (que claramente sabían quien era ella) fue guiada hasta una acogedora sala al final del local donde se encontraba Sasori.
El camarero hizo una reverencia y los dejó solos. Ambos se quedaron mirándose unos instantes. Sasori parecía el mismo, tan guapo y atractivo como siempre, pero tenía un gesto grave que le recordó el porqué de estar allí. El pelirrojo le señaló elegantemente el sillón que tenía en frente, para que se sentase. Sakura se fue quitando la chaqueta que llevaba puesta mientras andaba hacia él y después se sentó.
-¿Llevas mucho tiempo esperando? –preguntó amenamente Sakura, sin saludar.
-Tranquila, siempre suelo llegar antes para tomarme otro café después –respondió sonriendo levemente.
Ella también sonrió y aquello le pareció una buena señal. A Sasori le encantaba el café y cuando salían juntos no era extraño ver que se tomara dos seguidos.
-Disculpen, ¿la señorita desea tomar algo? –interrumpió amablemente otro camarero diferente al anterior.
-Un capuccino, por favor, y para él un café con leche –pidió Sakura sonriente mientras veía como Sasori soltaba una pequeña carcajada. El camareco asintió y se fue.
Sasori apoyó su codo sobre el brazo del sillón y descansó su cabeza sobre su puño-. Todavía pretendes que deje de tomar el café solo –dijo divertido.
-Estoy segura de que antes de que llegara ya te habías tomado uno o dos solos –dijo Sakura reprendiéndole con las mejillas hinchadas, como si fuera una niña pequeña indignada. Sasori comenzó a reir-. No me hace gracia, encima de que me preocupo por tu salud… -dijo cruzándose de brazos.
-Ah, de acuerdo –suspiró el pelirrojo- Aunque estoy seguro de que nunca me verás en el hospital por sobredosis de cafeína –aseguró con una carcajada.
-Eso ya lo veremos –murmuró Sakura refunfuñando.
Ambos se echaron a reir. Aquella escena era bastante diferente a la que ambos se habían imaginado. Estaban demasiado relajados y estaban comportándose como siempre. Como si no hubiese pasado nada. Aunque los dos sabían que todavía tenían que aclarar la situación.
-Aquí tiene, señorita –informó el camarero sirviendo su capuccino y el café de Sasori.
-Gracias –contestó recuperándose de su ataque de risa. Cogió la taza y dio un sorbo-. Mmm, deberías probar un café dulce algún día, Sasori, te digo que no irías al hospital por sobredosis de cafeína sino por sobrepeso. Son una tentación –dijo Sakura divertida.
Sasori sonrió antes de llevarse su taza a los labios. Después, se hizo el silencio por algunos momentos-. ¿Qué tal con Uchiha? –preguntó con indiferencia.
Y por fin, había comenzado.
-Bien, aunque sé que eso no te dice de nada –contestó del mismo modo Sakura-. ¿Y tú? Desapareciste sin decir nada. ¿Dónde has estado? –preguntó molesta frunciendo el ceño, pensando en lo mal que se había sentido consigo misma aquellos días que no recibía ninguna llamada de vuelta por parte de él.
Sasori bufó, también molesto-. Tenía un viaje de trabajo. He estado en Berlín. Llegué ayer por la noche –contestó simplemente. Miró a Sakura-. No he tenido tiempo de contestar a tus llamadas hasta ayer como viste –dijo mirándole a los ojos, diciéndole lo contrario. Sasori era muy malo mintiendo, sobre todo a ella.
-Sasori… Sé que estamos en una posición delicada y que por eso quieres estar alejado de mí y…
-¿Alejado de ti? –interrumpió el pelirrojo subiendo el tono de su voz, alterado- ¿Sabes lo que me cuesta hacer eso? ¡Lo único que quiero es estar a tu lado! Pero eso tú no lo ves, ¿no? ¿Tanto te cuesta reconocer lo que siento por ti? –preguntaba cada vez más alterado.
Sakura se repuso de su sorpresa inicial y le cogió con fuerza las manos del pelirrojo-. ¿Y tanto te cuesta a ti reconocer lo que yo no siento por ti? –preguntó callando a Sasori- No quiero perderte Sasori, pero parece que tú no puedes aceptar mi nueva realidad y por eso eres tú el único que no es capaz de seguir adelante… Eso me duele, de verdad; me duele tanto que yo sea la razón de que no seas feliz –dijo sincera, sin poder evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas.
Sasori la miró con ojos cansados. Suspiró y se recargó sobre el respaldo del sillón. Todavía sentía las cálidas manos de Sakura cogiendo las suyas con fuerza.
-Sí, me cuesta –afirmó haciendo que los ojos de Sakura brillaran más- Porque llevo queriéndote desde no sé cuanto tiempo y no soporto el hecho de que haya llegado otro y pudiera tenerte en tan poco tiempo… Pero estoy así por mi culpa, ni tú ni Uchiha tienen nada que ver con que no te dijera mis sentimientos antes por mi inseguridad. No me dejo de preguntar que si lo hubiera hecho, ahora ¿estaríamos juntos? –terminó diciendo sonriéndole tristemente.
Sakura mantuvo su mirada en la de él y sonrió lastimosamente-. Tonto, no entiendes nada, ¿verdad? –respondió la chica levantándose para acercarse a él y abrazarle- Nunca hemos dejado de estar juntos ni he dejado de quererte ni un solo día, pero supongo que tu forma de mirar esas cosas importantes cambió por tus sentimientos, y aunque ahora te lo estoy diciendo de nuevo supongo que tampoco me harás caso –dijo Sakura escondiendo su cara en el hombro de Sasori. El chico le devolvió el abrazo- Te quiero, cabezota, que no se te olvide nunca más –dijo levantando su cabeza para mirarle.
Sasori sonrió, esta vez feliz-. Aunque quisiera separarme de ti no podría, sobre todo porque estás tú para que eso no ocurra. Me acabo de dar cuenta de ello –dijo soltando una suave carcajada. Sakura sonrió aun más.
Estuvieron abrazándose un poco más y después se separaron. Se miraron con una sonrisa pero después Sasori volvió a ponerse serio-. Sabes que voy a estar ahí si Uchiha la caga –no era una pregunta, era una afirmación. Sakura rio nerviosa, pero aliviada. Por lo menos había conseguido lo que quería.- ¿Podría dejarme hacer una cosa antes de que te fueras? –preguntó de repente.
Sakura le miró curiosa y un poco confusa pero asintió. Inmediatamente sintió los labios de Sasori sobre los suyos. Rápidamente, lo separó de ella.
-¡¿Qué haces?! –preguntó alarmada.
Sasori volvió a acercarse a ella.- Solo uno Sakura, por favor. Permíteme tenerte aunque sea por unos segundos. Después, todo volverá a ser como antes. Te lo juro –dijo Sasori con voz y ojos suplicantes.
Y ante la promesa, se rindió.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
-¡Pupete! ¡Pupete! –gritaba Shouta alzando su nuevo jueguete con sus manos en los brazos de Sasuke.
Sasuke sonrió y le dio un pequeño beso en la cabecita. Cerró la puerta trasera del coche y bloqueó el coche. Caminó con Shouta en brazos hasta el portal del edificio donde vivían y justo cuando estaban llegando un coche se paró delante del edificio. Como ya era de noche no podía identificar muy bien de quien era desde distancia pero sí pudo reconocer quien se bajaba del asiento del copiloto. Sakura se agachaba para hablarle sonriente al piloto cuando Sasuke llegó al coche.
-¡Jakura, Jakura! –llamó emocionado Shouta agitando su juguete, ansioso por enseñárselo a la pelirrosa.
Sakura levantó inmediatamente la cabeza al escuchar su “nombre” por aquella dulce vocecita que tanto quería y cuando vio a Shouta y a Sasuke consiguió sonreir a pesar de la sorpresa. Por supuesto, el piloto también los miró y Sasuke se encontró con los ojos amarronados de Sasori.
-Mata nee –escuchó el pelinegro que le decía Sakura al pelinegro como despedida. Sasori le respodió algo pero no lo llegó a escuchar.
La chica se alejó del coche y Sasori arrancó el coche. Cuando Sakura llegó y se entretuvo saludando a Shouta, Sasuke y el pelirrojo intercambiaron miradas: Sasori sonrió burlón como si dijera “I’m back, you bastard!”, y Sasuke le miró con indiferencia y ojos despectivos como diciendo a su vez “Me importa una mierda, you know”.
Pero cuando Sakura besó sus labios a modo de saludo y le sonrió y le dijo-: Tenías razón, todo se ha solucionado –y le volvió a besar.
Supo que había hecho bien dejando que Sasori volviera a sus vidas.
Todo por la felicidad de Sakura.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Sasori volvió a tener sus periódicas quedadas con Sakura aunque esta vez eran menos debido a sus trabajos y a que Sakura también quería y debía estar con Shouta y Sasuke al menos la mayoría del tiempo libre. Además, con las clases de conducir de Sakura y que la pareja estaba tan solicitada por Naruto e Hinata para ayudarlos con los arreglos de la boda que casi no tenían tiempo ni para ellos mismos.
Pero por fin, Sasuke tuvo una tarde libre que utilizó para ir a recoger a Sakura de la autoescuela. Y allí estaba, esperando delante de la puerta viendo salir y entrar gente del local, hasta que divisó a Sakura saliendo junto a un hombre que la estaba mirando… demasiado. Frunció el ceño, celoso, pero para su sorpresa, Sakura se giró hacia él, le dijo algunas palabras sonriente y el otro le contestó del mismo modo. Sasuke la llamó y ella le miró sorprendida, le hizo una señal para que esperara un poco más y se inclinó levemente para despedirse de aquel hombre. Éste se la quedó mirando mientras se acercaba a él hasta que se encontró con los profundos e iracundos ojos de Sasuke y su sonrisa se convirtió en una carcajada nerviosa. Dejó de prestarle atención cuando Sakura llegó hasta él y le abrazó del brazo mientras le daba un pequeño beso en la comisura del labio.
-¿Y eso? ¿Tienes la tarde libre? –preguntó Sakura cuando empezaron a caminar por la calle.
Sasuke solo asintió, todavía recordando las miradas libinidosas de aquel desgraciado-. ¿Quién era ese hombre? –preguntó sin muchos rodeos.
-Sasuke, no empieces con los celos, ¿eh? –contestó enfurruñada. Vio que Sasuke no cambiaba su mala cara y suspiró con cansancio-. Es mi profesor de la autoescuela. Hoy no ha venido Chiharu-chan así que me a dejado las fotocopias de la materia que hemos dado hoy –explicó sin obtener ninguna palabra de su novio- ¿Sabes? Mañana voy a hacer el examen para sacarme ya el carnet –anunció emocionada para cambiar el tema.
De repente, Sasuke se paró en seco. Sakura se dio la vuelta con una ceja levantada.- ¿Te va a examinar ese tío? –preguntó en un tono medio alarmado. Su ceja se movía nerviosamente, en gesto claro de histerismo.
Sakura asintió, confundida. Entonces, Sasuke exhaló un jadeo como si le hubieran dado un golpe que lo hubiera dejado sin aliento. Su cabeza comenzó a procesar la información: Sakura + profesor pervertido + coche + intimidad, privacidad y demás sinónimos varios = PELIGRO. Aquella ecuación se repetía cada vez más rápido y alto en su mente haciendo que se volviera paranoico con sus celos.
-Sasuke, ¿te encuentras bien? –preguntó Sakura acercándose un tanto preocupada. Sasuke tenía la mirada gacha por lo tanto no sabía qué era lo que le pasaba por la mente.
Sasuke levantó rápidamente la cabeza con semblante serio.- ¿Puede acompañaros alguien, verdad? –preguntó Sasuke decidido. Sakura asintió de nuevo, esta vez también sorprendida-. Bien, entonces os acompañaré –informó repentinamente comenzando a caminar.
-Pe-pero tienes que trabajar, ¿no? –dijo Sakura alcanzándole.
-Da igual, puedo posponer el papeleo para más tarde –respondió Sasuke secamente. Vio que Sakura fruncía el ceño con preocupación y suspiró, ablandándose. Le cogió de la mano-. Además, me prometiste que podía ir contigo la primera vez que condujeras –recordó con voz más cariñosa. Sakura iba a protestar pero él la interrumpió-: Si lo que vas a decir es que no quieres ser una molestia para mi trabajo, mejor no digas nada. No lo eres –terminó de decir con un deje molesto.
Sakura cerró la boca y acto seguido se acercó más a él para apoyar su cabeza sobre el hombro de Sasuke. Soltó una pequeña risa feliz y siguieron caminando hacia su casa.
-¿Ese tío te mira mucho en clase? –Sasuke no pudo aguantarse la pregunta después de aquel agradable silencio. La inseguridad y la incertidumbre le recarcomían por dentro.
Sakura soltó una exclamación de exasperación y puso los ojos en blanco-. ¡Sasuke! –reprendió haciendo que Sasuke comenzara a quejarse por lo bajo, inflando los mofletes como si fuera un niño pequeño.
Sakura siguió sonriendo. Amaba a ese niño mimado y celoso.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
-Sakura-san, ¿estás preparada? –preguntó sonriente el profesor de autoescuela ocupando el puesto del copiloto.
-Hai –asintió Sakura mirando concentrada hacia delante, sus manos al volante.
-Muy bien –respondió agrandando más su sonrisa. Entoces se giró levemente sobre su asiento y miró a Sasuke-. Uchiha-san, ¿usted también? Sakura-san está en buenas manos, lo aseguro –dijo en un tono que “parecía” querer convencerle de que se bajara del coche.
-Hmp –“No lo creo”, pensó realmente. Se cruzó de brazos y torció el gesto. El profesor seguía mirándole con esa cara de idiota pervertido-. ¿Qué pasa? ¿Estamos esperando a alguien más? Yo estoy bien y no necesito nada, así que podemos irnos –espetó Sasuke con brusquedad.
Sakura soltó una risa nerviosa-. ¿Empezamos? –preguntó amablemente al profesor que se dio la vuelta en su asiento con una sonrisa un tanto tensa. Asintió.
Sakura puso en marcha el motor y salieron sin ningún problema a la carretera de la avenida principal de Tokio. Sasuke estaba nervioso al principio: no sabía si confiar en la proeza de un novia al volante o no. Pero a medida que iba pasando el tiempo se fue relajando al ver que ella disfrutaba conducir y que no lo hacía para nada mal. Iba a la velocidad adecuada, obedecía correctamente las señales de tráfico y los semáforos, y tenía habilidad cambiando de marchas. Lo único que le sacabade quicio era tener que aguantar al tío que se sentaba a su lado decir alabanzas y soltar exclamaciones exageradas cada vez que Sakura hacía algo. ¡¿Pero si sólo estaba manejando el volante y la palanca de cambios?! ¡¿Qué podía ser tan relevante como para suspirar de placer?! Ese depravado mental era de lo peor… No, lo peor fue cuando llegó el momento de aparcar el coche en la zona elegida por él. El muy cabrón asustó a Sakura con que venía un coche de frente mientras estaba aparcando marcha atrás y aprovechó el momento para tranquilizarla y guiarla tomándole las manos sobre el volante y la palanca. Sasuke estaba que echaba humo por las orejas. Sabía que como montara la escenita allí, lo más probable es que Sakura se enfadara y a lo mejor hasta no aprobaba el examen, así que se quedó callado y mordiéndose la lengua todo el rato. Apareció su oportunidad cuando se dirigían de nuevo al autoescuela, cuando Sakura le preguntó:
-Sasuke, ¿qué tal por ahí atrás? ¿Lo hago bien? Has estado muy callado –inquirió la pelirrosa mirándole por el espejo retrovisor.
-Claro, solo es que me ha sorprendido que lo hagas tan bien, cariño –respondió Sasuke con una sonrisa.
-A-arigatou –agradeció Sakura sonrojada. No estaba acostumbrada a que Sasuke le llamara “cariño” ni otras cosas parecidas, y cuando lo hacía porque está de buen humor o más cariñoso o mimoso que de costumbre, siempre conseguía arrancarle un suave e intenso rubor.
Sasuke sonrió aun más al percatarse de la reacción de Sakura y aun más de la del profesor. Éste miraba los papeles de evaluación que tenía sobre su regazo, sin decir nada y, por primera vez, sin sonreir. Parecía como si estuviera pasando del tema pero el pelinegro sabía muy bien que había escuchado aquella apelación tan tierna hacia su novia.
-¿Y a usted qué le parece, Yakihiko-sensei? –preguntó Sasuke con una sonrisa astuta, aprovechando su oportunidad para molestarle-. Está más callado que antes, ¿no? –“Diciendo tantas sandeces”, pensó Sasuke. El profesor levantó la vista y se giró para mirarle y decirle algo, pero fue interrumpido-: Ah, seguro que también está sorprendido por la habilidad de Sakura, ¿eh? –inquirió con voz petulante. Sakura lo miraba un poco sospechosa. El profesor volvió a abrir la boca para decir algo pero volvió a ser interrumpido-: Ayer estaba bastante nerviosa… Me tuvo despierto toda la noche, hasta que se tranquilizó y cayó rendida, ¿verdad, cariño? –explicó con una pesadumbre claramente falsa, terminando con un suspiro de supuesto cansancio. Se tapó media cara con una mano como si se la estuviera refregando para despejarse y no parecer tan cansado por la noche anterior. Lo hizo para poder dar rienda suelta a su sonrisa triunfal y burlona al observar la cara de estupefacción del profesor.
-¡Ya hemos llegado! –gritó nerviosamente Sakura, frenando bruscamente en la antrada del parking de la autoescuela. Su cara se encontraba llena de vergüenza (porque claramente lo que había dicho Sasuke era cierto) y miraba al profesor con una sonrisa, intentando que le sirviera para tapar un poco el marrón.
-Y qué, ¿le va a aprobar o no? –inquirió un poco más serio el pelinegro.
-¿Eh? Ah… Bu-bueno… Sí, claro… -asintió el profesor un tanto abochornado por el asunto tan íntimo del que se acaba de enterar.
-¿En serio? –preguntó Sakura dejando su vergüenza a un lado, emocionada.
El profesor sentía la profunda y peligrosa mirada del Uchiha detrás de él. Ya le había quedado claro que Sakura le pertenecía y ahora le estaba haciendo (más bien, obligando) a aprobarla. Sinceramente, no quería tener problemas con un miembro tan importante de la familia Uchiha y de la sociedad empresarial mundial. Así que con un suspiro y la mejor cara que pudo poner en aquel momento dijo:
-Enhorabuena, Sakura-san. Recoje dentro de unos minutos el carnet en la recepción, por favor.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
-¿Qué demonios estabas haciendo ahí dentro? ¡Qué vergüenza, por Kami! –reprendió Sakura furiosa-. Estaba casi segura de que no me iba a aprobar por tu poca educación –decía indignada con los brazos cruzados.
-Pero qué dices, si todo esto lo he hecho precisamente para eso: para que aprobaras –dijo Sasuke a su lado, tranquilo- Además, lo has hecho perfectamente; es en serio que me has sorprendido, cariño –añadió guiñándole un ojo persuasivo.
Sakura casi deja que se le escape una sonrisa de felicidad pero se contuvo y lo único que hizo fue sonrojarse y evitar la mirada ónix que tanto le alteraba-. Si piensas que con eso te voy a perdonar, lo llevas claro –refunfuñó por lo bajo, frunciendo el ceño y haciendo como si estuviera ofendida.
Sasuke rio suavemente, obnubilando a la recepcionista que en ese momento le tendía a Sakura su carnet de conducir. En cuanto Sakura lo tuvo en sus manos, cambió totalmente de cara y abrazó de la emoción a Sasuke.
-¿Ves? No te puedes enfadar conmigo, admítelo –dijo Sasuke devolviéndole el abrazo.
-Cállate –ordenó Sakura medio riéndose, escondida en su amplio pecho.
-Omedetou –felicitó Sasuke en su oído. Sakura le miró sonriente y se puso levemente de puntillas para besarle.
-¡Sakura! –gritó una voz alegre.
Ambos se separaron y vieron entrar a Juugo y a Chiharu, quien había llamado a Sakura. Llegaron hasta ellos y se saludaron.
-¡Felicidades Sakura! Yo tengo que hacer el examen dentro de media hora, así que deseáme suerte –dijo Chiharu dándole un rápido abrazo a la pelirrosa, recibiendo una sonrisa y unas palabras alentadoras de ella.
-¿Vas a acompañarla? Parece que ambos nos toca hacer de guardaespaldas –dijo Sasuke a Juugo mientras le mandaba una mirada de advertencia al profesor pervertido, que pasaba justamente por allí. Éste se dio cuenta y saludó con una nerviosa reverencia para luego salir pitando de allí. Juugo se dio cuenta.
-Así que ya lo sabes… Vine una tarde a recoger a Chiharu y vi a ese profesor mirándola demasiado, bueno, ya sabes, demasiado raro –explicó un poco preocupado el pelinaranja. Sasuke asintió.
-No te preocupes. En cuanto presiones un poco, se derrumba –tranquilizó Sasuke con su típica sonrisa de socarrón. Pareció hacer efecto- Me alegra saber que te preocupas por Chiharu –dijo Sasuke con doble intención, que claramente Juugo pilló.
-A mí también me alegra que cuides a Sakura, ya sabes, en cualquier momento podrían quitártela –advirtió Juugo con una media sonrisa.
-Tranquilo, está sobreseguro –aseguró Sasuke con mirada retadora.
-Juugo, vamos –dijo Chiharu cogiéndole de la mano, arratrándole hacia el interior.
Sakura se despidió de ellos con un gesto de mano-. ¿Sobre qué estabáis hablando? –preguntó Sakura. A lo mejor Juugo le había contado algo sobre la última vez que se vieron. Todavía tenía dudas sobre lo que ocurrió.
-Nada importante –respondió mirando al lugar por donde se habían ido. Sakura iba a protestar pero Sasuke parecía que aquel día tenía el don de la palabra y la interrumpió-. ¿Nos vamos? –preguntó mientras miraba su reloj-. Todavía tenemos tiempo para ir a algunos concesionarios a elegir tu coche, ¿qué dices? –dijo Sasuke con una sonrisa.
Sakura decidió dejar el tema y concentrarse en su nueva meta: el coche de sus sueños.
-¡Quiero un Mini! –exclamó emocionada como una niña pequeña.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
-Señorita Megan, E.M.U ha confirmado su asistencia a la reunión –informó una chica en inglés con tono educado, vestida con falda y chaqueta a juego.
-Perfecto. Llama a Kakashi y dile que disponga todo para mi llegada a Tokio –ordenó una mujer alta, bella, con ojos grisáceos y pelo corto castaño. Vestía un elegante traje de chaqueta negro, cuya falda se ceñía perfectamente a sus contorneadas piernas y le llegaba hasta las rodillas.
-Entendido –respondió servicial la otra chica. Acto seguido se marchó del amplio y lujoso despacho.
Megan sonrió con satisfacción y miró desde arriba todo el movimiento que se desarrollaba en Londres. Un fino rayo de luz se filtró entre el cielo nublado y el Big Ben, e iluminó su rostro.
Todo marchaba según lo planeado.
O.O wow, rayos, que será lo que tiene planeado esa tal Megan. Bueno, pero me alegro por Sakura, que bien que ya tiene su carnet de conducir, y sigo insistiendo, me quiero comer a besos a Shouta, es demasiado tierno para mi débil mente D:!! Estuvo padre el capi, y no paro de reirme con la parte del profesor pervertido xD, nos vemos!! ;)
ResponderEliminarYa verás, ya verás ;)
EliminarEste es el último capítulo de esta temporada de "¡Un problemón muy llorón!" y también del año:D
Te doy las gracias por haber seguido esta historia por el blog n.n
También te deseo unas felices fiestas y un buen comienzo de año =D
Muchos besitos de parte de Shouta y muchos abrazos de parte mía :33
¡Hasta el año que viene! ^w^