Resumen

2 personas que se odian + un bebé llorón = Un problemón muy llorón.

Esa es la situación de Sasuke y Sakura, dos jóvenes enfrentados por sus diferencias.

Sakura Haruno, una chica de 25 años que vive en la ciudad de Osaka en Japón, es transferida a la gran ciudad de Tokio para trabajar como médico profesional en el mejor hospital de la ciudad. Sólo tiene un problema: ni su familia ni ella tienen el suficiente dinero como para comprarse ni siquiera un pequeño apartamento. Por eso decide compartir piso…

Sasuke Uchiha, un chico de 26 años que vive en la ciudad de Tokio, es propietario empresario de las grandes E.M.U (Empresas Mobiliarias Uchiha) junto con su hermano mayor Itachi Uchiha quien se encarga también de la empresa desde EE.UU. Se verá obligado a compartir su tranquilo y preciado apartamento con una verdadera “molestia”, según él…

Toda esta situación se complica cuando alguien deja al pequeño Shouta de casi 2 años de edad delante de la puerta de su apartamento.

Esta historia será una comedia romántica, donde los tríos amorosos e incluso los “cuartetos amorosos” pondrán a prueba la complicada relación que hay entre estos dos personajes, acompañados por situaciones divertidas y alocadas.

Parejas que aparecerán en esta historia:

-SasuSaku (Pareja principal)

-NaruHina

-ItaKo (Itachi y Kohana “personaje inventado por mí”)

-PainKon (Pain y Konan)

-SuiKa (Suigetsu y Karin)

-SasuKa (Sasuke y Karin, lo siento T.T a mí también me ha costado admitirlo)

-SasoSaku (Sasori y Sakura)

-JuuSaku (Juugo y Sakura)

viernes, 12 de septiembre de 2014

"¡Un problemón muy llorón!" <> CAPÍTULO 21 (2ª TEMPORADA)

Sasuke y Naruto se encontraban en el hermoso jardín de una de las salas de celebraciones más famosas y acontecidas de Tokio. La boda y el banquete posterior a la ceremonia se asentarían en uno de los hoteles de su suegro, Hiashi Hyuuga, quien ya se había encargado de ello. Por su parte, Naruto decidió elegir el lugar dónde trasladarían el evento una vez hubiera anochecido y qué mejor sitio que al aire libre en el jardín más hermoso de Tokio. Por supuesto, Sasuke estaba allí como su mejor amigo y padrino que era.
-¿Qué te parece? –preguntó el rubio separando los brazos para abrazar el enorme jardín- Tu amigo sí que tiene buen gusto, ¿eh? –se jactó poniendo los brazos en jarras mientras se daba la vuelta para encararse a su amigo.
-Hn, por esta vez tengo que admitirlo; no te creía tan romántico –respondió aceptando el comentario del rubio, aunque miraba todo con cierta indiferencia.
-Teme –dijo Naruto con una pequeña vena hinchada en la frente por la irritación- Ten un poco de consideración con tu mejor amigo y toma nota para tu propia boda –soltó de repente con una sonrisa astuta, sorprendiendo al pelinegro.
-¿Qué boda? –preguntó aun sorprendido.
-Pues la tuya y la de Sakura-chan, claro –contestó como si no fuera con él el asunto mientras examinaba distraídamente un banco de rosas blancas.
Sasuke abrió los ojos con desconcierto. ¿Casarse con Sakura? Era algo que no había pensado para nada pero que conectaba perfectamente con su idea de pasar el resto de su vida con ella. ¿A caso todos sus conocidos pensaban que se comprometerían pronto?
-Dobe, ¿en qué estás pensando? Sakura y yo no tenemos planes de boda ni nada parecido. Ahora mismo nos encontramos perfectamente tal y como estamos –dijo con un tono decidido pero en sus ojos se veía una pequeña duda.
-¿En serio? –preguntó mirándolo de reojo. Desde que Hinata le contó sobre la preocupación de Sakura por la nueva socia de Sasuke, Megan, el rubio había observado con más atención a susodicha y sí que se había dado cuenta de que se comportaba de otra forma cuando estaba con Sasuke. A partir de ese momento comenzó a sospechar de aquella mujer y sus intenciones. Sólo quería advertir “indirectamente” a su amigo (o más bien al Sasuke que fue antes de conocer a Sakura) para que protegiera su relación con Sakura-chan.
-¿A qué viene esa pregunta? –preguntó Sasuke entrecerrando los ojos, sabiendo que su amigo ocultaba algo.
-Nada importante. Sólo estaba pensando que últimamente Megan y tú os lleváis muy bien, así que estaba preocupado por si Sakura-chan malinterpretaba algo y… -calló al sentir los ojos llenos de furia del pelinegro.
-¿Qué se supone que estás insinuando, cabeza hueca? ¡¿Tan poca confianza tienes en mí, eh?! –gruñó entre dientes mirándolo amenazante. Aun así, Naruto no perdió la calma. Había visto a su amigo muchas veces (más de las que quería) de esa forma.
-No, solo que como Megan tiene, al parecer, tantas cosas en común contigo y te entiende debido a que lleva una vida parecida a la tuya, pues parecía que tenías afinidad con ella –dijo poniendo a prueba la lealtad de Sasuke.
Azul y negro se enzarzaban en una batalla en la que las miradas decían todo. Pronto Sasuke cerró los ojos frunciendo el ceño y suspiró con cansancio.